El lunes fui al preestreno en Holanda de una película en el Pathé Rembrandt, el cine de la cadena con la que tengo un abono de cine ilimitado en mim ciudad. En realidad el evento forma parte de la celebración del primer centenario de ese cine, ya que lleva allí, en el Oudegracht, junto al legendario canal que cruza el centro de Utrecht desde 1913. Parece como sacado de una película de ciencia ficción que un cine cumpla los cien años y que lo haga en buena forma. La película que fui a ver es Oz the Great and Powerful la cual se estrenó en España con el patético título de Oz, un mundo de fantasía que nos recuerda que algunos traductores y distribuidores no tienen ni puta idea de nada.

Un julay chiripitiflautico se muda a una barriada periférica en la que hay un montón de chusma gitana y rumana que le quieren hacer pupita de la mala

Un panoli que hace trucos de magia en un circo y que más bien lo que le gusta es montar chamas a destajo, acaba en el medio de un tornado que lo transporta al mundo de Oz, en el que lo toman por un mago serio y profesional y le asignan un trabajillo de nada para acabar con una bruja más mala que una diputada española.

Esta es una precuela de esa otra película que imagino que todos hemos visto al menos una vez. Está muy bien hecha y gana un montón cuando salta al mundo de Oz, ya que en el real es algo sosa y sobre todo la culpa la tiene James Franco, que parece andar pasado de revoluciones y sobreactúa una barbaridad. En Oz no se nota tanto aunque sigue haciéndolo. La que está maravillosa y se merienda a todos los demás sin que se le cambe un pelo es Mila Kunis, soberbia como bruja medio buena o medio mala que quiere darse un revolcón con Oz. Con Michelle Williams tuve una profunda reacción alérgica porque la ponen tan endulzada que da arcadas. La historia es dinámica, está muy bien contada y aunque el 3D se podría haber suprimmido, al menos consiguen mantener nuestra atención durante todo el tiempo y en las escenas corales disfrutas como un bellaco. La película gana muchísimo según se acerca el final y se dejan de boberías y comienza la batalla de las chamas. Pese a que pueda parecer que soy un poco crítico, me lo pasé bien y eso es lo que cuenta.

Este es cine para todos. Tanto los miembros del Clan de los Orcos como los del club de los GafaPasta, todos seguro que la sabrán apreciar y disfrutarán con una vieja historia a la que le han añadido un episodio anterior.