Para salirnos un poco de tanto edificio monumental y plaza fastuosa o iglesia fantástica, hoy nos paramos a ver un pequeño callejón en Venecia y que resulta que es un canal. Esta es una de las cosas que llaman la atención de todos los visitantes, el ver las casas construidas y con la puerta de la calle dando directamente a un canal, sin posibilidad de llegar a ellas andando. En la puerta de la casa, los chamos ponen sus lanchas o falúas y supongo que igual que en tu vecindario los hay que fardan de marca de coche y de modelo, aquí será con el tipo de barco y los caballos del motor. La calle me recordó al barrio de la Isleta en el que me crié por el gitanismo con la ropa tendida en las ventanas.
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Dommelsch
El universo de las cervezas holandesas, belgas y alemanas es casi infinito y hoy tenemos otra cerveza neerlandesa, de una marca que adquirió el nombre de la localidad en la que surgió, Dommelen, un villorrio al sur de Eindhoven. Esta cerveza es del tipo Pilsen, es decir, rubia, con un intenso color dorado, que nos hace recordar a otras aguas. Se comenzó a fabricar en 1744 y un rápido cálculo le otorga una edad de casi doscientos setenta tacos. Es una cerveza de sabor ligero y que se toma bien fría. Como con todas las cervezas del tipo Pilsen, no hay ingredientes curiosos añadidos. Dudo mucho que se pueda conseguir fuera de los Países Bajos ya que es una cerveza puramente local pero aquí sí que está presente en muchos bares y restaurantes, sobre todo como una de las cervezas de grifo. El porcentaje de alcohol es del 5%. En la foto la vemos en su vaso oficial y la tomé en un restaurante de pannenkoeken en Lage Vuursche, en un bosque situado en el corazón de Holanda.
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Ca’ Corner della Regina y Ca’ Pesaro
De todas las series que he hecho en los últimos cuatro años, la de Venecia ha sido la más complicada ya que me gustaban todas las fotos y acabé seleccionando unas doscientas. Los descartes fue la parte más dolorosa y entre las imágenes que tuve que desechar estaban primeros planos de Ca’ Corner della Regina y Ca’ Pesaro. Ambos palacios están en el Canal Grande cerca del puente de Rialto, en el sestiere de Santa Croce. Ca’ Corner della Regina es la sede de la Fundación Prada. El palacio lo mandó a construir la familia Corner en el siglo XVIII (equis-uve-palito-palito-palito) y su fachada es muy señorial. De Ca’ Pesaro se puede decir que es uno de los palacios más espectaculares de Venecia y hospeda en su interior la Galleria internazionale d’arte moderna y el Museo d’arte orientale di Venezia, los cuales visité, aunque reconozco que me fascinó mucho más el edificio que el contenido. Ca’ Pesaro es un palacio de mármol en estilo barroco que se comenzó a construir a mediados del siglo XVII (equis-uve-palito-palito).
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Tratar con cuidado
Después de comenzar a trabajar ayer, lo que más me llama la atención es como una noticia que supuestamente no es conocida por la mayoría y que muchos niegan conocer ha hecho que cuando orbitan a mi alrededor o en mi proximidad se muevan con un cuidado exquisito. La gente parece buscar excusas para dejarse caer por mi despacho a hablar un rato y hay un elefante enorme en la habitación que hacen como que no lo ven pero por el que sienten un montón de curiosidad.
Esta mañana hablaba con mi VP (vicepresidente) y es el único que me mira a la cara y dice las cosas con dos cojones. Más tarde me pasé por su despacho para preguntarle si tenía que hacer algo, si debía informar a los de recursos inHumanos o a alguien más y me decía que ni me molestara. Según sus matemáticas, tenemos dos días por un evento como el acontecido hace dos semanas y al ser en otro país, tengo un día para acudir y otro para volver. El quinto día cae de la parra porque a él le sale de los mondongos. El hombre aprovechaba para enseñarme un documento que acababan de presentar a la dirección en el que hablaban de como había mejorado una de nuestras líneas de negocio y como una gran parte de ese éxito se debía al trabajo que he hecho durante los meses de verano, una guerra de guerrillas particular en la que he batallado contra organizaciones monolíticas dentro de nuestra multinacional en países de Asia y que he ganado en todos los terrenos. Aproveché que los gerentes de los productos estaban de vacaciones y no se interponían para atacar directamente a las fuentes que bloqueaban los productos y las desarbolé con prisa y sin pausa. En estas dos semanas en las que he estado ausente, todo lo que dejé atado y bien atado se resolvió y han llegado las confirmaciones y las primeras ventas. Lo hice con un gerente de negocio que siempre pensó que me estiro los huevos para que me sigan creciendo y me lleguen a las rodillas y que ahora me ha subido en una columna dórica, jónica o corintia y cree que todos los problemas los puedo solucionar, algo que no es cierto pero que halaga.
Este fin de semana, al regresar a los Países Bajos, tampoco he tenido mucho tiempo de pensar en nada. Llegaban unos turistas a este país y a mí me habían encargado darles bola, así que el sábado tuvimos el recorrido secreto de Amsterdam y el domingo hicimos algo que ningún turista convencional haría. Me los llevé a Hilversum, alquilamos bicis, fuimos a Lage Vuursche para ver a los holandeses disfrutando del domingo en su propio entorno, almorzar pannenkoeken entre la fauna local, ver el que será el nuevo hogar de la ex-reina Beatriz, visitar con los curiosos la reciente tumba de su hijo y desde allí ir al Paleis Soestdijk, el palacio en el que vivían la reina Juliana y su marido y en donde se crió la ex-reina Beatriz. Desde allí fuimos al Kasteel Groeneveld para admirarlo y regresando a Hilversum nos desviamos por Eemnes para ver la exposición fotográfica de mi amigo el Moreno, el cual apreció enormemente mi esfuerzo para acudir a ese día tan importante. Después, seguimos camino hacia Hilversum a través de la Zuiderheide en donde los brezos colorados están en flor y convierten el lugar en idílico. Desde allí fuimos en tren a Utrecht para ver los últimos coletazos del culturele zondag y tras pasear por la ciudad en la que se firmó el Tratado de Utrecht y ver el precioso centro histórico fuimos a cenar mejillones al Oudaen. Al día siguiente yo estaba cansado así que imagino que los turistas estaban agotados.
El resto de la semana parece que casualmente tengo eventos a los que no quieren que falte. Mañana una cena con colegas del Reino Unido, el jueves el cumpleaños de la Unidad Número dos de mi amigo el Rubio, el viernes la celebración de los veinticinco años en la empresa de un colega y el fin de semana quiero ir al cine y arreglar el jardín de la parte delantera de mi casa. Entre pitos y flautas, el Rubio y un servidor iremos un fin de semana a Munich, el Turco me recibirá en su casa por segunda vez este año y haré una visita relámpago a Lisboa para ver Sintra y me escaparé dos fines de semana a Turín y Milán para practicar el italiano y hacer turismo. En fin, que si hay alguien que cree que estoy en un rincón sin hacer nada, se equivoca. Ayer mismamente hice más de un kilo de mermelada de moras y mi parra amenaza con tupirme a uvas en los próximos días mientras mis fresales no se cansan de producir fresas que yo por supuesto me como.