Hace tres años comenzaba mis vacaciones en Asia pasando unos días en Hong Kong y desde allí saltaba uno de ellos a Macao, la antigua colonia portuguesa en la zona que en la actualidad es una de las dos regiones administrativas especiales de China y el único lugar en ese país en el que se permiten los casinos. Macao formó parte de Portugal desde mediados del siglo XVI (equis-uve-palito) hasta 1999 y prácticamente todas las cosas reseñables de la ciudad están vinculadas a ese periodo. En el corazón de esta isla estado tenemos el Lardo do Senado, una calle peatonal en la que estaban los principales edificios y que está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El pavimento de la calle es (al parecer) de estilo portugués, aunque en España tenemos tantos lugares con este tipo que a mí no me llama la atención. A mi espalda estaba la Avenida de Almeida Ribeiro, la arteria de la zona y una calle que parece vivir en un atasco eterno.
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Por si quieres noveleriar mientras camino por Indonesia
La historia se cuatripite, o quizás sea tripite, vete tú a saber. En unos días me pongo la mochila a la espalda y con lo poco que llevo mi keli se desplaza a Asia. Este año el lugar elegido es Indonesia y tengo que decir que es el viaje menos organizado de todos los que he hecho. Básicamente tengo el punto de entrada y salida y nada más. Me moveré por Bali y seguramente por Lombok, las islas Gili y quizás un poco de Java o el parque nacional en el que están los dragones de Komodo. Aún no lo he decidido. Lo que sí es seguro es que igual que en años anteriores, aquellos que así lo quieran podrán seguir mis aventuras con cierta frecuencia a través de la foto del día (asumiendo que ese día tenga acceso a internet) y el vídeo (o los vídeos del día).
El año pasado creé un complejo sistema con un grupo (o dos) en yahoogroups que me dio más de un quebradero de cabeza. Este año no quiero tener algo tan complejo y he optado por enviar un correo directo a aquellos que quieran recibirlo. Tengo una APP nueva y maravillosa en mi iPad llamada ContactsXL que me permite crear grupos y enviar correos a esos grupos. Por lo tanto, aquellos que quieran formar parte de la experiencia 360º me pueden enviar un correo pidiendo que los añada a ese grupo. Aquellos que no tengan mi dirección de correo deberían saber que si juntamos sulaco @ gmail .com y mandamos un correo a esa dirección resultante, yo recibiré ese correo por algún gran misterio y los pondré en la lista. Como el año pasado, no obligo a nadie a recibir el correo con la foto, quien quiera que lo pida.
Además, subiré continuamente a Comida en fotos imágenes de aquello que ingiero con lo que los espíritus más curiosos podrán ver lo que cruza mi tubo digestivo durante las semanas de vacaciones. Espero sudar todo el marisco que coma. Al igual que el año pasado, pondré micro-vídeos, cutrísimos y todo lo demás en mi cuenta del llutuve (distorsionando). Añadiré los enlaces en el correo que envío. Finalmente, como trataré de ir comentando el viaje mientras sucede en la bitácora, algunas de esas fotos y vídeos llegarán a la bitácora junto con el relato, aunque eso está por ver, ya que la tecnología a veces nos juega malas pasadas. Por ahora parece que el conector para el iPad que compré en china por tres leuros funciona. Para evitar el suplicio de escribir extensas anotaciones en el iPad me llevaré conmigo mi teclado bluetooth y espero sacarle un partido que no veas.
Bueno, la cosa está clara. Si me quieres seguir recibiendo un correo diario (en el mejor de los casos), contacta conmigo. Si no, pues allá tú.
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La semana pasada en Distorsiones
La segunda parte del viaje a Estambul está relatada en Estambul y el regreso a casa. De alguna manera me las apañé para terminar el relato de Roma, uno que he ido dejando en el aire durante meses. Para aquellos de memoria escasa, comenzó en Llegando a Roma y ahora siguió en Los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina, Miguel Ángel y mucho más y acabó El día de la Galleria Borghese y un regreso algo accidentado. Me habría gustado acabar el relato del viaje a Vietnam del año pasado pero no va a ser posible, al menos no por ahora. La semana que viene saltaré a Indonesia y durante unas semanas esto será una bitácora asiática, aunque esta noche más o menos lo anunciaré.
El tramo final de las fotos de Roma comenzó viendo el Palazzo Senatorio en la Piazza del Campidoglio, seguimos hacia el Monumento Nazionale a Vittorio Emanuele II y después entramos en los Museos Capitolinos para ver el Gálata moribundo y la Venus Capitolina
Después de un periodo en el que he cocinado sin parar, la sección de Cocinillas recibe una nueva receta. Se trata de unos increíbles Pastéis de nata que añadiré a mi pequeño libro de recetas de cocina.
Fui a ver ocho películas al Cine, lo cual se puede considerar un atracón y comenté tres. Comenzamos con la fabulosa Oblivion que ya he visto dos veces, continuamos con la también excelente Hitchcock y acabamos con otra película muy interesante titulada Un lugar donde refugiarse ? Safe Haven con lo que el fin de semana ha sido más o menos redondo. Tengo un arsenal para comentar y aunque no iré al cine durante las próximas semanas, cada fin de semana aparecerán tres películas en ésta la mejor bitácora sin premios en castellano. Ayer superé la marca de las setenta películas vistas en lo que va de año …
Como siempre, hay fotos de comida nuevas en Comida en fotos, esta semana centradas en los aperitivos japoneses que me pasó uno de mis compinches. Aunque comí varios días fuera de mi casa, me las apañé para preparar las siguientes delicias:
Y así transcurrió la semana …
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Un lugar donde refugiarse – Safe Haven
Este fin de semana me propuse un ambicioso programa de cine, con varias películas que quería ver y otras de las que no esperaba demasiado pero encajaban perfectamente en mi programa. Una de estas últimas era una especie de historia de amor con drama y todo eso que ya conocemos porque nos lo han contado mil millones de veces. La película me daba mal yuyu por el protagonista, un actor que siempre me ha parecido un cacho de carne con ojos y que me agobia por su incapacidad para mover los músculos faciales. Con esta mala onda fui a ver Safe Haven, película que se ha estrenado en España este fin de semana como Un lugar donde refugiarse y tengo que decir que me sorprendió bastante.
Una penca julay descarriada llega a un poblacho a las afueras de Mordor y allí se encoña de un maromo local y busca la manera de ponerle la pierna encima y que no levante cabeza hasta que le acabe de comer el potorro
La historia comienza con una joven a la que vemos huir de lo que parece que es la escena de un crimen y que acorralan en una estación de autobús. De chiripa consigue escapar y va en un autobús hacia Atlanta. En una parada en el camino conoce a un tendero y el clítoris le hace tolón. Deja marchar la guagua, consigue trabajo en el poblacho y comienza a vivir allí y rehacer su vida. Entre pitos y flautas parece converger hacia el tendero y su familia y esto lleva a aquello y a lo otro y como que comienzan una relación. Cuando su pasado la alcanza, todos tendrán que elegir bando.
La cosa comienza con una mujer huyendo en plan peli policiaca y con todos esos panolis que se cruzan siempre en el camino de los que huyen. Cuando llegamos al escenario en el que en realidad se va a desplegar el relato, ya conocemos bien a la chama y nos cae simpática, porque otra cosa no, pero Julianne Hough parece tener el don de caer simpática y eso se ve en todas las películas que ha hecho y que por pura casualidad he visto (salvo por una). A su lado pusieron a Josh Duhamel, un actor que de siempre me pone de los nervios porque es como un enorme cacho de carne. Bueno, eso era hasta ahora. Le deben haber quitado los puntos de las operaciones en la cara o se estará haciendo viejo porque el colega ya refleja emociones. Es una cosa increíble, actúa, limitado y todo eso, pero coño, es un milagro. Tenemos un par de niños monos que chupan cámara y quedan bien y una chama llamada Cobie Smulders que se supone que hace de vecina de la otra y que está como para mojar pan y torrijas. La historia es sencilla, más o menos previsible y todos sabemos que cuanto más bonito se vea, mayor será el palo, el castigo y la posterior redención ya que en este tipo de cine se siguen esas etapas escrupulosamente. Hay un curioso giro al final que igual yo soy un iluminado porque lo vi venir desde muchísimo antes.
Ya sé que está mal que lo diga pero me lo pasé bien, quizás porque entré en el cine sin ninguna expectativa. Al ser una historia de amor y un drama, esto está total y completamente fuera del alcance de los machos del Clan de los Orcos, aunque las hembras igual sí que van en manada a verla. Intelectuales de GafaPasta y similares harán bien en estar lejos de los cines en los que la dan.