Otra calle del centro de Penang. En esta todos los edificios tienen algún tipo de local comercial en la planta baja. En algunos son tiendas, sitios para comprar comida, carpinterías y otros negocios extraños o simplemente, hay unas cuantas mesas cutres y la gente juega a las cartas en algún tipo de local social o casino pachanguero y de barriada periférica. En esta foto se ven los coches aparcados y como los peatones tendrán que sortearlos mientras avanzan por la calle. Por estas calles se han rodado algunas películas, ya que en las menos concurridas parece no haber transcurrido el tiempo y mantienen su aspecto antiguo y decadente.
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Tremenda trola cristiano
Huelga decirlo, pero por si no le queda claro a alguno, nada de lo que viene a continuación sucedió y es más que probable que sea el resultado de algunas mentes calenturientas.
– Sabes lo que te digo tío, todavía no me puedo creer que la muy puta lo haya dicho en su tuiterota.
– No solo en el tuiterota, su caraculolibro también lo avisa y además ha cambiado su estado a Ya-mamé.
– No, estás de cachondeo, eso no puede ser verdad.
– Que sí maricón, que te lo digo yo que estoy más enganchado que una perra en celo y en mi teleforín me salen por lo menos diez segundos antes de que las envíen las actualizaciones de toda la chusma y la gentuza que sigo y tu mujer está entre ellos.
– Será zorra la tía ??Se quedaron unos segundos en silencio, sin saber que decir. El agitó su melena rubia y lustrosa lavada con champú para pibas rubias y guapas que sin embargo no conseguía cambiarle el rictus de orco que traía de nacimiento.
– ¿Qué voy a hacer ahora? Se enterará todo el mundo y voy a ser el hazmerreír de las entendidas ??
– Pues sí maricón, que te cases para tapar las apariencias y que la tipa se quede preñada da mucho que pensar. Yo ya he visto en los tomateros que las reinonas dicen que siempre se te vio un poco de vena de heterosexual de mierda, que tú fardabas de preferir los nabos pero en realidad te van las almejas ??
– No, me matas ?? ¿quién ha sido la zorra envidiosa que ha dicho eso? Le sacaré los ojos y los tiraré en el pozo del pueblo. ¡Cómo pueden decir eso de mí cuando yo lo he sido todo en el gremio del Julandro!
– Que me caiga muerta si yo te lo digo pero no te fíes ni un pelo de la Judas que es más falsa que un billete de treinta euros ??Se oyó el ruido de la puerta de la calle al abrirse. Le hizo señas al otro para que se fuera por la puerta del huerto. Cuando salió, la cerró con delicadeza. Se quedó con los brazos en jarra esperando. En ese momento, su mujer llegó a la cocina, tarareando una folía.
– Zorrrrrrrrrraaaaaaaaaaaa ?? putón verbenero ??
– Cállate maricón ? le dijo ella mirándolo con desprecio ? ya estoy harta de tus numeritos de Reinona vieja. A ver si abres los ojos y empiezas a mirar el mundo por lo que es y no por lo que tú quieres que sea.
– Cómo has podido hacerme esto a mí, yo que te hubiera protegido hasta el fin, ten claro que te arrepentirás ??
– Deja de decir polladas y pon la mesa que ya va siendo hora de cenar, ¿qué has hecho?
– Nada, no he hecho nada. ¿No te das cuenta del daño que tú sí que me has hecho a mí? Yo, que me gradué con honores en la universidad del Julandro, yo, que fui el primero de mi clase en comerle el rabo al sumo sacerdote, yo, que cuando los demás niños aún dudaban ya sabía que lo mío era vocacional y vas tú y manchas mi reputación con la sombra de la heterosexualidad. Pero si a mí no me gustan las mujeres, si me casé contigo nada más que para tapar las apariencias ??
– Y a mí tampoco me gustan las mujeres y como no me tocas, pues ya he encontrado a otro que me ha tocado y muy bien. Que sepas que vas a ser padre ??
– Eso nunca. Déjame pensar algo ??Salió de la cocina dando un portazo y se encerró en su cuarto. Al cabo de un rato salió y la buscó ??
– Ya sé lo que vamos a hacer. Tú desde hoy te vas a encochinar y te pondrás ropa suelta para que no se note. Ya mismo estás borrando lo que has puesto en el caraculolibro y dentro de unos meses, cuando el momento se acerque, nos vamos a visitar a tu hermana la Pelleja. Por allí, encontramos algún sitio discreto, tienes el niño y después lo dejamos en la puerta de algún templo ??
– Ni muerta, ese niño lo quiero criar yo ? dijo ella a punto de llorar.
– Pues vale, cuando volvamos decimos que se te apareció un enviado de Dios, te quedaste preñada y lo más increíble es que incluso después de dar a luz sigues siendo virgen. A partir de ahí te llamaremos todos la Virgen Maruchi y ya verás como en dos meses la gente hasta se lo cree. Se lo contamos a la Juani y a la Lucas que son unas alcahuetas y ellas se encargarán de propagar la noticia. Así la gente respetará a ese niño y lo verá como un ser especial y mi reputación de julandro no se verá afectada ??
– Sabes qué maricón, que es un buen plan. Lo haremos como tú dices ??Y el resto, es historia ??
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En las calles de Penang
Las calles de George Town o Penang son bastante exóticas. Vamos a ver dos fotos, la de hoy con una calle más de viviendas y la de mañana con una calle comercial. Si prestáis atención y os fijáis veréis que la carretera no está unida a las casas, hay como un foso que las separa y por el que en algunos sitios se pueden ver las ratas correteando alegremente. En la foto se ve que en estas casas hay una especie de soportal pero en otras zonas la puerta de la casa da directamente frente al foso y los peatones han de andar por la carretera, cruzando los dedos y jugándosela porque las bicicletas, trickshaws, motocicletas y coches pasan como locos. Esta fue la única ciudad de las que visité en Malasia con esta falta de aceras y aunque se ve muy exótico, no terminó de convencerme.
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Las polladas de mis amigos
Si yo fuera alguno de mis amigos, a partir de ahora tendría mucho cuidado con las boberías que dicen en mi presencia. Ya sabéis que estoy procurando el respetar su privacidad y no dar información relevante sobre ellos, ese tipo de datos que abundan en las redes asociales de los dosputocerolistas como el caraculolibro o el tuiterota. Sin embargo y para satisfacer mis ansias interiores he optado por crear una nueva categoría dentro de la bitácora que pienso llamar las polladas de mis amigos. En la misma tendrán cabida desvaríos que surgen de esas sesiones de lluvias de ideas (o eso que en inglés se dice brainstorming) y que casi siempre incluyen la ingesta de masivas cantidades de cerveza u otras bebidas alcohólicas. Me he comprometido a no contar sus vidas reales pero sí que puedo distorsionar con las estupideces que decimos y que dan para historias absurdas, estúpidas y seguramente de alto contenido sexual, ya que si no hablamos de fútbol porque a ninguno nos apasiona y tampoco de coches y sabiéndose que los hombres no perdemos horas yendo de tiendas a comprar ropa, lo que queda es hablar de situaciones sexuales de todo tipo, cosas extremas y que seguramente jamás sucederán pero con las que nos echamos unas risas.
La mayor parte de los aportes vendrán de la mano de mi amigo el Niño, el cual tiene una imaginación monotemática y totalmente dedicada y centrada en el asunto y que a sus veintipocos años le impide ver más allá de la pipa del coño de la chama a la que quiere empalar o a la que está empalando con regularidad. Aunque él preferiría que cuente su vida y milagros en su cama y en la de otras, por no contar lo que sucede en cualquier baño y rincón que se tercie, optaremos por las boberías que termina elucubrando cuando estamos juntos en Amsterdam y nos sentamos a ver los coños de las que esperan el tranvía en Rembrandtplein o las tetas y esos culos perfectos de las camareras del Replay.
En esta serie quiero que quede claro que es condición necesaria que lo contado no haya sucedido y que posiblemente tampoco llegue a suceder. Este es el único límite. Todo lo demás vale.
Como mi memoria es muy limitada y con la edad, pese a no superar los treinta y dos años, uno tiende a olvidar las cosas, que nadie se sorprenda si en medio de alguna de esas sesiones abstractas saco el teléfono y aprovecho la aplicación para grabar notas y me dejo un mensaje a mi mismo con el asunto que nos traemos entre manos.
Ya tengo mucha experiencia en no imponerme una frecuencia que por supuesto no cumpliré, así que digamos que de cuando en cuando, si se tercia, caerá uno de estos episodios supranacionales que no serán recordados como buenos ejemplos del uso adecuado de la lengua española pero que tampoco lo pretendían.