Uno de los días que pasé en las islas Perhentian me apunté a una excursión en la que visitábamos varios sitios para hacer esnórquel. Estuvimos en un lugar con unos corales preciosos y tiburones que pasaban por debajo de nosotros, en otro arrecife de coral, buceamos junto a una tortuga enorme en uno de los momentos más mágicos de mi vida y acabamos en una playa preciosa y desierta en la que pasamos la tarde (y de la que pondré algunas fotos en esta serie). Estando en la playa la exploramos un poco y encontramos un nido de tortuga y aunque la foto no le hace justicia, realmente deben hacer un esfuerzo enorme para salir del agua, llegar hasta ese punto, escarbar en la arena y dejar los huevos. En las islas Perhentian se está tratando de proteger estos nidos y hay algún proyecto de voluntarios en marcha para tratar de evitar que la única especie de tortugas que queda en la zona desaparezca para siempre. Como casi siempre, la culpa es de los hombres y de su afán por destruirlo todo.
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Como se hizo Paseando por Anna’s Hoeve
Hace un par de semanas veíamos en esta la mejor bitácora sin premios en castellano un cutre vídeo que hice con seiscientas setenta y cinco fotos que tomé y que podéis encontrar en Paseando por Anna?s Hoeve. Fue un experimento para explorar los límites de la fotografía y para jugar un poco con las imágenes. Este invierno quiero hacer algunos vídeos similares cocinando o simplemente apuntando hacia el cielo.
Mientras yo hacía mis fotos me acompañaba un amigo y él de puro aburrimiento se dedicó a hacerme fotos con su cutre-teléfono Android, ya sabéis, esos que son super-chulos, tienen puertos USB, tropecientas cámaras, corren mil millones de aplicaciones y te chupan la batería en un pis-pás y encima hasta los puedes usar para hacer llamadas mientras el Gran Hermano lo apunta todo y aprende más y más de ti. Mi amigo fue mucho más rápido que yo y ese mismo día editó y publicó su vídeo en el llutuve y como es una bella persona y generosa como algunas otras me ha permitido publicarlo y así ilustrar el como se hizo Paseando por Anna’s Hoeve.
Espero que os guste ??
Por si alguno no se lo cree, el julay que sale con la cámara es Sulaco, el aclamado autor de esta bitácora y como se puede ver, pese a todo lo que preparo y como sigo manteniendo un figurín que ya quisieran muchos y muchas y especialmente algunas de mis amigas obesas.
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La semana pasada en Distorsiones
Ya tengo mi iPad. Con esas cuatro palabras queda todo dicho. No merece la pena perder el tiempo tratando de converser a los incrédulos. El que quiera que vaya a una tienda y lo pruebe y si le convence ya sabe lo que tiene que hacer. O puedes esperar a que los clónicos lleguen, cargados de cosas adicionales y todo eso que los que no poseen uno dicen que tiene que tener.
Esta semana veraniega el contenido ha sido muy ligero, con muchas fotos por culpa de mi vida social. Estuve dos veces en el Café Cartouche cenando costillas, otro día en casa de mi amigo el Rubio y un cuarto día cenando en Amsterdam con lo que prácticamente no paré por mi casa. Aún así, aprovecho el extenso álbum de fotos para sacar cosillas como Quien roba a un ladrón ?? en Malasia o un Lagarto geco que seguro que le pone los pelos de punta a mi madre.
Al final de esta semana visitaré Gran Canaria. Estaré una semana en la que quiero recuperar el intenso moreno que lucía hace dos meses y prepararme para el otoño y el invierno nórdico.
El tono ligero de este verano se extiende hasta las fotos. Seguimos viendo imágenes de las Islas Perhentian. Comenzamos la semana Cruzando Pulau Kecil por la jungla para llegar a Long Beach en Pulau Kecil. También vimos unos Islotes en el mar de China meridional y una Barca en la playa y terminamos la semana con Una playa desierta. Nos quedan dos semanas de fotos de playas y más playas.
Como no tenía nada para poner el fin de semana, tuvimos una ración doble de fotos de bicicletas. Vimos una Bicicleta escoñada junto a una parada de la guagua y también un Triciclo para minusválidos.
Hay una nueva receta para la sección de Cocinillas, un delicioso Pastel de carne picada Wellington que está de chuparse los dedos.
No hay nada en cartelera y por eso solo fui dos veces al Cine. Vi una divertida comedia llamada The Joneses y repetí por séptima vez con Origen ? Inception, película que recomiendo a todo el que le guste el buen cine.
Y pese a que no pasé mucho tiempo por mi casa, hubo algunas cosillas que salieron de mi cocina:
En la realidad alternativa de Enrocado hablamos de las Redes sociales y de La zona segura.
Y así transcurrió la semana …
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The Joneses
El género de la comedia parece estar viviendo una época de vacas flacas aplastado por tanta comedia romántica en la que se apura más la parte romántica y se olvidan de la comedia. Ir al cine a echarte unas risas es algo fantástico y que cuando funciona, te hace salir de la sala con las baterías recargadas y listo para vivir otra gran aventura. En el tramo final del verano llega a las carteleras holandesas The Joneses, una comedia que no tiene fecha de estreno para España y que es más que probable que acabe editada directamente en DVD.
Una familia de julays vende más exclusivas que la Princesa del Fango esa con la nariz cambada de Telajinco
Una familia llega a una urbanización de clase media alta y pronto la revolucionan. Lo que nadie sabe es que en realidad no son una familia sino un grupo de profesionales dedicados a la venta y que se harán pasar por una familia perfecta para introducir modas en el lugar e incentivar el consumismo. Aunque todo parece ir de perlas, pronto comenzarán los roces y los remordimientos de conciencia entre ellos.
La idea de la película es bastante fresca y parece funcionar muy bien. Tenemos una familia algo rara, con elementos que en realidad no tienen en común nada entre ellos y que al invadir un barrio de clase alta lo revolucionarán con nuevos productos. Todo esto funciona muy bien, hay abundantes momentos cómicos y un humor algo corrosivo que sin darnos cuenta está criticando nuestra sociedad consumista y la forma en la que seguimos como ganado estúpido a los que establecen las pautas. Lo vemos todos los días a nuestro alrededor, un pollaboba dice algo en su tuiterota y un ejército de bosmongolos lo repiten hasta el infinito y lo adoptan como mantra. Es la sociedad de la desinformación, el paraíso de los marketeros y de los vendedores sin escrúpulos. A la cabeza de esta familia están David Duchovny y Demi Moore y hacen un buen trabajo. Hacía siglos que no veía a ninguno de estos dos actores en el cine y parece que están envejeciendo muy bien, uno con sus arruguitas y sus años y la otra a base de bisturí y kilos de maquillaje. Sus dos hijos son dos jóvenes actores que no conocía y que probablemente podían haber aprovechado mucho más pero por alguna razón que desconozco, la parte dramática le toco a los jóvenes y la más cachonda y absurda a los puretones.
La historia está bien llevada aunque al final se les va la mano un poco pero pese a todo, se pasa un buen rato y te deja pensando en lo fácil que es manipularnos. Por descontado que no la recomiendo para descerebrados y orcos sino para aquellos que usan eso que está por encima del cuello para algo más que peinarlo y maquillarlo.