Uno de los grandes misterios de la cultura holandesa es el concepto de familia, algo que ni siquiera pensamos y que damos por supuesto que es igual en todas partes de Europa. Los holandeses tienen dos niveles de familia, uno es un subconjunto del otro pero con importantes matices. La familia tal cual la conocemos nosotros es lo que ellos llaman familie, los padres, abuelos, tíos, primos y demás. Es un grupo amplio que incluye todos los lazos sanguíneos. Hasta aquí todo parece igual que con otras culturas. La diferencia es en la fuerza del vínculo. La familia holandesa, cuando nos referimos a familie es algo muy relativo y sin demasiada importancia. Sabes que tienes tíos, primos y demás pero pueden pasar siglos hasta que los visitas o los ves. No hay una relación frecuente ni puedes contar con ellos para que te echen una mano si lo necesitas. Son familia pero no lo son, comparten contigo algún vínculo sanguíneo pero a menos que hayan tenido muchísimo trato contigo a lo largo de tu vida, es gente que solo vez en bodas y entierros.
Después tenemos la otra familia, la que ellos llaman gezin. El gezin es la verdadera familia, aquella con la que tienes fuertes vínculos y al contrario que en otras culturas, es una relación dinámica y que cambia con el tiempo. Este subconjunto de la familia está formado por todos los que viven en el hogar. Es decir, para una pareja con niños, el gezin está compuesto por ellos cuatro, son una pequeña familia, independiente y muy unida. El gezin es también la forma más pequeña de democracia porque los holandeses procuran que toda la familia (o el gezin) tome parte de las decisiones que les conciernen y desde los once o doce años, los niños son miembros de pleno derecho de la familia y participan en casi todas las decisiones de la misma. En esa pequeña democracia se vota para elegir el menú de la cena, o el lugar al que irán de vacaciones o incluso el instituto al que irán los niños. No sólo disfrutan de la libertad que da el sentirte miembro de pleno derecho de la familia, también han de asumir sus responsabilidades. El objetivo final es prepararlos para que el día que dejen la casa y se independicen sean capaces de convivir y sobrevivir en el mundo exterior.
El gezin es un tipo de familia dinámico. En un momento determinado de la vida de los niños se marcharán de casa y formarán su propio gezin, que quizás sea inicialmente en un piso de estudiantes y posteriormente viviendo con la persona que han elegido para compartir su vida. Es en este punto cuando según a quien le preguntas te dan diferentes visiones. Hay padres que consideran que su gezin cambia y deja de incluir a esos hijos que ya no viven en casa y otros que pese a esa independencia los siguen considerando parte de su familia, aunque quizás los susodichos no lo vean así.
Hasta donde yo sé, no hay ningún otro país europeo en el que se haga esa distinción entre la familia y la familia. Podemos referirnos al núcleo familiar pero no lo vemos como un subconjunto diferenciado del resto. En Holanda, el gezin es un grupo que está reconocido incluso por las leyes del país. Hasta comienzos del siglo veinte, las familias eran más amplias ya que en las casas solían convivir hasta tres generaciones. El gezin era mucho más amplio pero según fue avanzando el siglo veinte se fue reduciendo y ahora el gezin es ese pequeño núcleo de una o dos personas y sus hijos (en caso que tengan alguno). Ya dije que los lazos entre los miembros del gezin son muy fuertes y sin embargo con la familia son muy débiles. Al principio me chocaba cuando alguien me comentaba que veía a sus padres un par de veces al año aunque vivían a menos de diez kilómetros de distancia o cómo nunca se referían a primos o tíos al hablar. Aún más complicado era captar la diferencia entre gezin y familie cuando ambas eran traducidas de la misma forma en los diccionarios. Ambas se referían a la familia y para mí solo había un tipo de familia. También me sorprendió mucho como al independizarte, los vínculos que tenías con tu gezin se pueden perder rápidamente y tus padres se convierten en familie. Esta actitud tan liberal es la que ha hecho que los holandeses sean tan independientes, que te los encuentres por todo el mundo y que siempre estén dispuestos a embarcarse en cualquier aventura, por loca que parezca. En su cultura, el gezin es el elemento importante y el otro, el de esos que son familia pero no toman parte en tu vida diariamente, esos no cuentan. En la familia se discuten los problemas y se resuelven juntos. Llama la atención como los holandeses crían a sus hijos sin casi contar con la familia, se saben un conjunto independiente y valoran tanto esa libertad que la salvaguardan de otros miembros de la familia. En las casas se reparten las tareas entre los distintos miembros de la familia. El gezin es un grupo compacto, desayunan y cenan juntos y hacen todo tipo de actividades familiares. Los animales que puedan tener en la casa son también miembros del gezin y entre todos se encargan de los animales. No ven a un perro o un gato como un elemento para proteger la casa o algo curioso sino que desarrollan con los animales vínculos tan fuertes como con los otros miembros del gezin.
Algo tan básico y que creemos universal como la familia, en Holanda no siempre es la familia ya que en su propio idioma distinguen claramente entre familia (familie) y familia (gezin).