Hace ya un montón de lunas, tantas que aún era Españislavo y vivía en as colonias del noroeste de África, fui a ver en la ciudad de las Palmas de Gran Canaria en un cine una película que inmediatamente se convirtió en un clásico, para mí y para todos. Creo que en esa época la vi al menos tres veces en el cine y seguramente llegué a tenerla grabada en una vetusta cinta de uVeHacheeSe. La película era Jurassic Park y en aquellos años Steven Spielberg, su director, era el rey de Hollywood y el cine parecía girar a su alrededor. Con la coña actual del Tres Dé y la incesante búsqueda para exprimir a los espectadores lo más posible, han reconvertido la película y la han adaptado a ese nefasto sistema digital y se ha vuelto a estrenar en los cines, ahora en su versión en la que quieras o no te tienes que poner gafas para verla. En España se estrenará a finales de agosto y por supuesto el título volverá a ser Parque Jurásico.

Un grupo de julays las pasan canutas en una barriada periférica llena de chusma y gentuza

Unos arqueólogos que son como la versión pachanguera de Indiana Jones son invitados por un presunto patrocinador a visitar una isla en la que tiene un proyecto secreto. Resulta que el colega se ha montado un parque de atracciones con dinosaurios y está cercano a inaugurarlo. En esa visita para ver el lugar, todo se complica hasta niveles de puro gafe cuando llega un huracán, el informático jefe los traiciona para vender los secretos de la creación de los dinosaurios a otros y así terminarán luchando por sobrevivir en un entorno en el que todos los bichos son mortales de necesidad y mejor dotados para el asesinato que nosotros. Esta película era maravillosa hace veinte años y sigue siéndolo. No ha perdido un solo gramo de interés. Sigue siendo un ejercicio visual alucinante.

La tercera dimensión no aporta nada y en lo que a mí respecta, se la podían haber ahorrado ya que en ningún momento te deja con la boca abierta por lo espectacular del instante. Es más, muchas veces te descubres viendo los fallos del programa que la genera y que en ocasiones la caga y coloca objetos en el lugar equivocado o los aplana. La película seguro que la hemos visto todos y no solo nos sabemos la historia, podemos hasta repetir algunos diálogos y tenemos claros cuales son los momentos de alta tensión. Es un clásico que combina la aventura con la ciencia ficción de manera soberbia. Sam Neill es el profesor bueno y cascarrabias, Laura Dern la profesora enamorada y maternal, Jeff Goldblum el chiflado de turno que hace bromas tontas y Richard Attenborough el abuelete chiflado que la caga hasta el fondo y más abajo y que busca desesperadamente que sus nietos no sufran. En su momento ganó tres Oscars, mejores efectos de sonido, efectos especiales y mejor sonido y hoy en día me sigue pareciendo injusto que no le dieran ningún otro cuando claramente es muy superior a muchísimas cosas patéticas que consiguen premios más importantes. Pese a la tercera dimensión, esta es una oportunidad fantástica para ir a un cine a ver un clásico de hoy y de siempre y un evento que se puede combinar con una salida masiva del Clan de los Orcos incluyendo las hembras.