Passengers


De siempre se ha sabido que soy fans del cine de ciencia ficción y que sabiendo que en mi vida estaré en una nave en el espacio, ese tipo de películas me llaman un montón la atención y no las dejo pasar. Es un género que de entrada, ya me tiene ganado con lo que voy esperando todo lo mejor, siempre. La película de hoy es una que me mosqueaba un montón porque en el trailer solo se ve más o menos a tres julays y sin embargo al final hay una lista enorme de chamos y chamas, con lo que me hacía temer un palo chimpúnico que nos descolocaría a todos. Se trata de Passengers y se estrena en España para fin de año con el mismo título.

Dos julays acaban enchironados en el espacio sin ilusión pero chingando

En un futuro futurible, estamos en una nave espacial que lleva colonos a otro planeta en un viaje que dura ciento veinte años y en los que todos están congelados con frío sin escarcha como las neveras de algunos comentaristas por aquí. Después de un suceso maligno de naturaleza truscolana, un chamo y una chama despiertan y tendrán que apañar y vivir allí para los restos, ya que no pueden volver al congelador y para cuando la nave llegue a su destino, ellos estarán más arrugados que Mick Jagger.

No se puede decir mucho de la película porque jode la trama. La historia es sencilla y bastante lineal. La película se divide más o menos en dos partes, con una primera en la que conocemos a los personajes y su asombrosa vida en una nave vacía y como se lo pasan bomba y la segunda con los dramas y esas cosas que le dan vidilla al asunto. El problema es que el guión es soso, no hay tensión en muchos momentos y cuando la hay, es muy falsa. Hay una desconexión permanente entre los protagonistas y la historia, es como si el director estuviese más preocupado por hacer que todo el mundo y toda la nave aparezca bella y que todo tenga un aspecto fabuloso y se olvidaron que lo que mueve el invento es la historia, es la interpretación, es el trabajo del equipo. Jennifer Lawrence parece sacada de los juegos de la hambruna y castigada por tercera vez, solo que en esta ocasión es una prisión. Pone sus caras de siempre, da sus gritos de siempre y resulta repetitiva. No me la creo en su papel. Chris Pratt pensaba que era una peli para que nos lo pasemos bien y pone sus caritas de perrito inocente y cuando todo lo demás le falla, se quita la ropa y nos enseña el culo. Una y otra vez. Y entre ellos dos, Michael Sheen haciendo de robot y diciendo tonterías que no vienen a cuento. Es una película demasiado pensada en la taquilla, en que la gente vaya masivamente a verla y se les olvidó la historia. Por lo demás entretiene, los efectos especiales son buenos, el TresDé nos permite ver escenas en el espacio fantásticas e incluso una con la piscina en gravidad cero que está genial pero que por desgracia, si hubiesen quitado de la película, el conjunto no se habría visto afectado.

En fin, aunque pretendían que fuese cine para los miembros del Clan de los Orcos, me da la impresión que no les molará demasiado y no tiene nada que pueda atraer a los sub-intelectuales con GafaPasta.


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