Pijnstillers


Pijnstillers

Una de las cosillas curiosas que hay en el mundillo del cine holandés es que hay varios equipos formados que hacen una o dos películas al año. Los hay que se montan comedias románticas, los hay con películas infantiles y otros que tiran por el cine juvenil. En casi todos los casos, es un cine muy pero que muy local que no aspira a cruzar más allá de las fronteras del norte de Bélgica y que se hace para que las películas sean rentables en base al mercado que tienen. En muchas ocasiones lo consiguen y con estas películas, lo que marca la diferencia es el boca-a-boca, las recomendaciones de unos y otros que llevan a más y más gente a los cines. El lunes pasado y aprovechando al máximo mi abono ilimitado ya que esta semana cerraban el cine el jueves porque allí se celebra el Festival de cine de Holanda, fui a ver Pijnstillers, película que jamás llegará a España y que se podría traducir como Analgésicos o Calmantes o si queremos ser más precisos, por truscoluña no es ni ha sido jamás nación.

Un julay en la edad del pavo las pasa putas entre una madre que se le muere y unos güevos que se le están poniendo azules de la lefa que acumulan

Un chaval vive con su madre sin conocer a su padre, algo que le gustaría muy mucho. Le tiene el ojo echado a una colega del instituto pero esa pelleja solo tiene ojos para un marroquí y abusa de él para que la saque ya que su padre no ve con buenos ojos al terrorista musulmán. Cuando a su madre le detectan un cáncer, su vida cambia por completo y se tendrá que enfrentar a un mundo que no se esperaba. Como todo llega a la vez, entra en una orquesta juvenil, se enamora de una chica, conoce a su padre y su madre se muere, todo mientras la vida no se detiene ni nos respeta en absoluto.

Este es un drama puro y duro con un chaval que parece que lo miró un tuerto porque no levanta cabeza. Lo increíble es que él lo sigue intentando, supera prueba tras prueba mientras siempre parece que todavía quedaba algo peor por llegar. Está interpretado por Gijs Blom y da la impresión que el cine holandés tiene una nueva estrella juvenil, que el chaval promete y es posible que en el futuro nos traiga papeles aún más interesante. Está ayudado por Birgit Schuurman, la cual interpreta a su madre y que resulta una actriz muy convincente y a la que le tomas cariño desde el primer momento. En la historia, las relaciones están muy bien representadas, tenemos la amistad del chaval con su mejor amigo, la relación con su madre, la inexistente relación con su padre, su amiga la abusadora y la chocha que se la pone morcillona y todas esas relaciones son muy completas. Me gustó mucho la forma en la que muestran la amistad entre la gente de este país, algo que choca bastante para los latinos por la falta de interacción que parece que hay aunque son muy profundas. Toda la parte del hijo con la madre es sencillamente adorable, con el amor entre ambos flotando continuamente en pantalla.

La película se me pasó en un suspiro, me emocioné en los momentos adecuados, viví la angustia cuando debía y disfruté con el final algo amargo pero positivo. Como es un cine que jamás llegará a España, no os tenéis que preocupar. No me imagino a un miembro del Clan de los Orcos yendo a ver algo así pero sí que creo que los sub-intelectuales de GafaPasta la disfrutarían.


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