Playa en la isla de Daco


Hoy tenemos otra foto tomada en la playa de ayer pero mirando en dirección opuesta. Aquí sí que se pueden ver bien las jaimas que hay para alquilar y así comer a la sombra y en una mesa. El precio del alquiler era ridículo, creo que un leuro o así. Al fondo se puede ver la multitud de ese día, creo que en total eran tres barquillos y seguramente algunos de los que aparecen en la foto son la familia filipina que fue conmigo. Ya comenté que llevaron el almuerzo, que alguien trajo a nuestro complejo a las ocho de la mañana desde General Luna. En el grupo iba la abuela, una viejilla que tenía pinta de haber hecho la comunión antes que Ramsés I y que era super-simpática y había vivido de todo. La viejilla se negó a comer lo que trajeron porque decía que los animales llevaban muertos ya seis horas (mataron los pollos a las seis de la mañana y los cocinaron y nos los comíamos a las doce). Al final el hijo encontró a un pescador que le vendió un par de pescados frescos que también le cocinó en una barbacoa y la ancestral almorzó eso y nosotros nos encochinamos con el pollo, que estaba riquísimo. Una cosa que siempre llama la atención en las Filipinas cuando sales de la gran ciudad (Manila), no tienen mucha fe en los congeladores porque se va la luz con frecuencia y los animales mueren prácticamente en el lugar en el que los cocinan. En un montón de sitios en los que estuve, los ves entrar un cochino atado a la cocina a las cinco de la tarde, oyes al bicho cuando le dan el finiquito y un rato más tarde te comunican que los platos del menú con carne de cochino ya están disponibles. Los pollos directamente están en algún patio trasero y les van dando el finiquito según la demanda del día.


Una respuesta a “Playa en la isla de Daco”

  1. Si claro, es como los barcos de antes que llevaban todos los bichos vivos por la misma razón.
    Lo malo de comer la carne recién matada es que las encimas no han tenido tiempo de trabajar y está mas dura …
    Salud