Politiki kouzina – Un toque de canela


Ya va siendo hora de comenzar con las películas que he visto este año. Y lo haremos a lo grande. Se trata de Politiki kouzina, una coproducción entre Grecia y Turquía que en España ha recibido el nombre de Un toque de canela. Yo hago mucha bulla con las traducciones al español de los títulos de las películas extranjeras, pero en este caso me muerdo la boca porque el título me ha parecido muy apropiado.

Esta película narra la vida de un exiliado turco en Grecia, que después de más de treinta años sin pisar su país de nacimiento, vuelve y se enfrenta a todos sus fantasmas, todo esto aderezado con mucha cocina y unas recetas fantásticas. El exiliado no es otro que Georges Corraface, el único que me sonaba de todos los actores. Quizás lo recordéis de La pasión turca, película en la que le limpiaba las cañerías a Ana Belén a conciencia.

La historia es muy simple y a la vez hermosa. El hombre fue expulsado de Turquía con su familia cuando era niño (por ser de ascendencia griega) y dejó atrás el amor de su vida y a su abuelo. Al volver a Turquía, descubre que todo lo que creía superado con los años sigué ahí, latente, esperando el momento adecuado para aflorar.

A lo largo de la película hay múltiples escenas familiares en la cocina. Todos cocinan o comen, continuamente. La cocina es el centro de sus vidas y las especias les dan un toque especial a sus vidas. Todo este tinglado está dirigido por Tassos Boulmetis, totalmente desconocido, como os podéis imaginar, pero que lo ha hecho muy bien. Todos los actores cumplen sobradamente y uno sale del cine, además de con una hambruna regia, con la sensación de haber visto una buena historia.

No puedo recomendarla a los descerebrados y los que van al cine por el aire acondicionado y las roscas. Pero para los demás, para los que son capaces de disfrutar con un buen narrador de historias, es asignatura obligada.
gallifantegallifantegallifante