Ya lo he dicho en un montón de ocasiones. Yo debo ser el equivalente del coche escoba que en las competiciones ciclistas va al final recogiendo a los que no toman los suficientes esteroides pero en los cines, ya que yo barro las salas y para que una película me provoque urticaria y planee conscientemente dejarla de lado, o está basada en una historia del pollaboba de Tolkien, o es cine koreano o está dirigida por Michael Mann y tampoco es que sean tantas las que caen en uno de estos tres grupos, así que a nadie le tiene que sorprender que una semana antes de irme de vacaciones a Indonesia fui a ver Identity Thief, película que en España se había estrenado a finales de marzo como Por la cara y que por supuesto, ya no está en cartelera.

A un julay chiripitiflaútico le jode la vida una cabrona que no veas

Un panoli que debe ser más tonto que el amigo rubio de Caponata demuestra que tiene derecho a recibir la paga de retardado cuando recibe una llamada telefónica de su supuesto banco y les da toda su información personal. Un tiempo más tarde descubre que le han vaciado la cuenta, que debe un montón de pasta y que va a pasar una larga temporada en chirona. Se lanza a la caza de la cabrona que le jodió la vida y trata de traerla a su ciudad para que declare y en el camino, se le complican las cosas un huevo y parte del otro.

Cuando fui al cine no me esperaba gran cosa y quizás por eso la película funcionó conmigo. Bueno, eso y que es un humor muy básico y cruel al que yo respondo perfectamente. Poner a una protagonista gorda, encochinada hasta el punto de provocar repeluz y someterla a todo tipo de humillaciones me hace reír a carcajada y sí, no hace falta que lo digan, soy malo y estoy muy orgulloso de ello. Aunque el guión es tonto de vicio, los protagonistas tienen una buena química entre ellos y la película es una sucesión de escenas tontas que solo pretenden hacerte reír. No hay más y no les hace falta. Prácticamente no existen tramas secundarias y eso se agradece un montón, ya que no me interesa lo que pueda ser dle hijo de la vecina del quinto y solo quiero ver a dos personas que se odian teniendo que convivir y puteándose una a la otra continuamente. Hay momentos en los que la película pierde el hijo pero tengo que admitir que me lo pasé bien y me reí bastante. Melissa McCarthy va sobrada en este tipo de papeles y basa su humor en su obesidad y en el aspecto poco agradecido que tiene, los cuales son sus dos puntos fuertes y hacen que a poco que ponga una carita tonta, te empieces a reír. A su lado tenemos al soso de Jason Bateman, un tío que amarga hasta un funeral solo con su presencia pero aquí es justo el contrapunto que necesitamos para que funcione la comedia. Sobra decir, que me pareció justo y apropiado que ella lo estafara ya que se lo merecía por lolailo.

Al estar fuera de los cines no hay que convocar al Clan de los Orcos. Vale para matar una tarde de fin de semana si la dan por la tele.