Predator – The Predator


Hace menos de un año y gracias a la magia del cine digital y tal y tal fui a ver la película Depredador – Predator en una sesión que celebraba su treinta aniversario y me lo pasé bomba y me divertí de lo lindo. Ya por entonces igual estaban macerando la película de hoy, aunque yo vivía feliz en mi ignorancia. Resulta que a alguien se le ocurrió volver a comenzar la serie o algo parecido, aunque con algún toque distintivo y así surgió eso que para diferenciarlo ahora en inglés se llama The Predator y en Español se estrenó en septiembre con el título de la película original, la de hace treinta años, ya que la gente no tiene ni puta idea de lo que pueden hacer las letras t-h-e delante de la palabra y por eso se las quitaron, o sea, que en España se estrena como Predator pero referido a la nueva y no a la original.

Un grupo de julays intentan entrar en Jinámar pero no lo consiguen

Resulta que a un soldado en la jungla le matan a su patrulla o como quiera que la llamen y el tipo se manda a su keli parte del armamento del extraterrestre, que lo recoge su hijo y activa un pitote que no veas atrayendo a los predators que deciden visitar aquella barriada periférica. Entre esas, el soldado es considerado loco y está en una guagua de manicomio militar rodeado de la peor chusma y gentuza cuando enfila para la keli de su ex a proteger a su hijo, que es tonto del culo pero se cree un listillo y así, entre locos y pollardones, comienza la próxima batalla con los predator, en jungla urbana.

Esta vez no tenían a alguien con un montón de carisma así que optaron por una colección de frikis que no terminan de funcionar, porque hay ratos en los que están más ocupados enseñando sus neuras que combatiendo a los aliens. También tenemos que los putos bichos, que en la película original eran sádicos y eficaces, ahora se han acostumbrado demasiado al Tuiterota, deben tener perfil jaqueado en el CaraCuloLibro y como que se les mata con facilidad, ya no hay emoción ni fantasía, cometen errores de independentista truscolán. La cosa patina por todos lados, con un guión que a veces puede provocar daños en los tímpanos con las polladas que dicen, que se les va la mano con las tonterías tan grandes que se inventan. La mitad del tiempo estaban como tratando de hacer una comedia de locos en una guagua y se les olvidaba que el objetivo era morir con dignidad o sin ella a manos de un extraterrestre asesino. Con tanto desaguisado, la película tiene momentos puntuales que son tan malos que te ríes y otros en los que al menos te puedes deleitar en los desmembramientos de cuerpos, que siempre mola ver trozos de carne humana volando por los aires. Hay una pava que no pinta nada allí y ni enseña las ubres ni mama nabos ni les permite a los demás que se metan con su ku-ku con lo que no me quedó muy claro que hacía en una película de hombres. Al niño, si yo escribo el guión, lo mato el primero pero aquí hasta sobrevive y seguro que después de esto ya será un pedante del copón para el resto de su puta vida.

Esto se supone que es cine para los miembros del Clan de los Orcos pero me da la impresión que hasta ellos le pondrán peros y no acabarán disfrutando. Definitivamente no es cine para los sub-intelectuales con GafaPasta. Para olvidar y esperar a que la den por la tele.


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