Pride and Glory – Cuestión de honor


Yo no soy fan de las películas policiacas, de la misma manera que no sigo ni una sola serie de televisión de ese estilo. Sencillamente me aburren, siempre con poli bueno, poli malo, malo malísimo, la corrupción y toda esa mierda en la que llevan revolcándose desde el inicio de la historia del cine. Me da igual que pongan actores de renombre o que el director o el guionista tengan una hartada de premios, este género no es el mío. Aún así, procuro tener un espíritu abierto y puesto que tengo un abono ilimitado y no me va a costar más dinero, termino viendo algunas de estas películas. La última ha sido Pride and Glory que se estrenará en España a primeros del 2009 como Cuestión de honor.

Un julay poli-panoli investiga la muerte de cuatro maderos y acaba tocándole los mondongos a todo cuerpo que se le pone por delante

En una emboscada mueren cuatro polis de Nueva York y el encargado de resolver el misterio es un detective que está cubierto de mierda parapsicológica hasta el cuello y que según empieza a escarbar en el asunto se da cuenta que allí la mierda de la buena va a salpicar a todo Dios en el cuerpo de policía y las cabezas van a rodar como bolas de billar. Muchos de los polis son familia y amigos, gente que conoce desde siempre y que cuando descubren lo cerca que está de descubrir la verdad se enfrentarán a él y tratarán de ocultar los chanchullos en los que andan metidos.

El protagonista es Edward Norton, un actor siempre solvente y que se lo curra muy bien. Con él no tuve ningún problema pero con Colin Farrell sí que no pude. Su interpretación es infumable, cargada de todos los tics que repite hasta el infinito cuando el director no lo sabe controlar. Cada una de sus apariciones conseguía ponerme de mala hostia con ese molesto acento y las miradas que echa hacia la cámara. se supone que interpretaba un policía pero más bien parecía un matón de barrio, que por cierto es el único papel que puede hacer.

Con un género que no me interesa y uno de los protagonistas que me pone de los nervios, la cosa fue de mal en peor y para cuando se resuelve todo tal cual pude adivinar desde los primeros cinco minutos ya yo estaba más pendiente de correr hacia la salida y marcharme a casa. Imagino que habrá gente a la que le gustará.

Si eres una ladilla de los programas policiacos supongo que irás al cine y alucinarás con lo espabilado que es el detective que resuelve el caso pero no digas que yo no te avise que es una película mala.

4-10 Un pelín mala