Ayer veíamos el comienzo del chorro de vapor de agua que se produce cuando echan un cubo de agua en las anomalías geotérmicas y hoy tenemos el chorro de vapor a plena potencia. En el restaurante que hay junto a este lugar, cocinan la comida usando el calor generado por el volcán, una barbacoa permanente que les debe permitir ahorrarse un pastón en gas y electricidad. A propósito, el precio de la entrada, al menos cuando estuvimos nosotros, era de ocho euros.
En la visita a Timanfaya, aprendes que la zona surge tras las erupciones que hubo en los siglos XVIII y XIX (X:10, V:5, I:1 ó -1 para aquellos versados en numerología y que quieran traducir estas cifras ocultas en números mundanos). A trece metros de profundidad se registran temperaturas de hasta seiscientos diez grados …