Esta mañana al llegar al trabajo hice mi ronda habitual de saludos y cafés y como siempre fui al despacho de uno de mis amigos, alguien que pertenece al círculo de confianza y que unos días antes me había dicho que ya ha firmado por la que será su próxima empresa, algo que hemos vivido intensamente en las últimas semanas con las entrevistas, las negociaciones, las incertidumbres y demás. Al verlo había en su despacho una caja de regalo enorme y le pregunté si ya nos daban el Regalo de Navidad, esa birria que todos los años recibimos con enorme expectación y que siempre consigue decepcionarnos. me dijo que no, que ese regalo era para mí, para el ELEGIDO, mío, mío y solamente mío. Un compañero me miró con odio y rabia en los ojos y lo atrapé entre mis pezuñas antes que alguien me lo arrebatara. Lo llevé a mi despacho y allí lo tuve todo el día, a la vista del populacho que no dejaba de preguntar si ya los estaban dando y en donde podían recogerlos.

Lo traje a casa en la Dolorsi, la cual se quejó por ponerle la caja en su lomo y al abrirlo me encontré con una participación para la lotería de Navidad y el equipo que veis en la foto para montarme mis propias orgías de chocolate en casa. Por supuesto hay una historia detrás de todo que no pienso contar e incluso una receta de cocina que los más avispados recordarán y este amigo sufrió mi primer intento con dicha receta y la verdad que ese día el resultado fue de pena.

Para el año 2008 ya tengo solucionado lo de los postres en las múltiples cenas que acontecen en mi casa. Frutas con chocolate, pan con chocolate, nubes con chocolate, cualquier cosa que se preste pasará por mi fuente de chocolate.

Mañana jueves nos deberían dar el Regalo de Navidad de la Empresa pero con lo apretada que es mi agenda para ese día, dudo que lo pueda recoger y mucho menos hacerle una foto así que tendréis que esperar hasta después de Navidades para saber lo que voy a recibir.