Regresando a Venecia


Si no me fallan las cuentas, esta ha sido la cuarta vez que he ido a Venecia y seguramente sea la última, ya que cada vez es más un parque temático y menos una ciudad, pero en este caso, me apetecía llevar a mi madre para que vea uno de esos lugares que están en todas las listas de los más fascinantes del universo conocido y que excluye a truscoluña, que no es nación. Este fue un viaje que hicimos una semana después del que nos llevó a Florencia y Pisa y de nuevo, salimos desde el aeropuerto de Eindhoven con Ryanair y regresamos con Transavia al aeropuerto de Rotterdam, combinación que nos ahorraba una pasta gansa y nos permitía ajustar el viaje mucho mejor y también que demuestra que mi lealtad con todas y cada una de las líneas aéreas de bajo costo se limita a lo que me conviene. Aunque deberíamos haber volado al aeropuerto de Treviso, que es el pequeño y el que usa Ryanair, esa semana estaban asfaltando la pista y nos llevaron al Marco Polo, mucho más grande. Nos quedamos en tierra, en Treviso, ya que en Venecia hay mucho antro cochambroso y por las noches es una ciudad muerta. Mi madre pilló la ventana en el vuelo de ida y en el de vuelta ambos íbamos en pasillo con lo que el mini-vídeo que hay al final no contiene ningún despegue o aterrizaje, aunque ya estamos bien curtidos y ambos aeropuertos los tenemos bien vistos.

Ponte di Rialto

Llegamos por la noche y ese día no hicimos nada pero al día siguiente nos fuimos a Venecia y por supuesto, pasamos por el Puente de Rialto, el cual se puede ver en la foto anterior y se puede ver uno de los lados del Gran Canal desde la próxima foto.

Grand Canal desde el Ponte di Rialto

Los dos primeros días hubo bastante niebla, sobre todo por la mañana y le daba al lugar un toque místico al reducir la distancia a la que podemos ver las cosas. El Gran Canal estaba petadísimo como siempre de vaporettos llevando a los miles y miles de turistas. No pasa un barco que no esté petado hasta la bandera de gente, igual que no llega una guagua a la terminal que está a la entrada de Venecia llena de gente. Aquello es el mayor parque temático del universo y uno en el que lo que ya no hay son ciudadanos, han desaparecido y en su lugar estamos los turistas y los negocios para sacarnos el dinero.

Canal en Venecia

Aunque Venecia es un poblacho, muy cerca de la Piazza di San Marco te puedes topar con canales poco transitados y que dan más una idea de como debía ser la ciudad en su época en la que no era una atracción turística de primera magnitud. El primer día lo dedicamos a la ciudad y le dimos un repaso épico y legendario, visitando la catedral, el Palazzo Duccale, los rincones cercanos más relevantes, el mercado, el Ponte Rialto y demás y acabamos volviendo a la terminal de guaguas en una de las líneas que da la vuelta a Venecia para ver el otro lado, el menos visitado y que es el que mira hacia Murano y Burano.

Cometa di Vetro en Murano

El segundo día lo usamos para explorar y arrancamos yendo a primera hora de la mañana a Murano, con una niebla tremenda que se levantó durante el día pero que tenía su encanto ya que los barcos parecían estar dirigiéndose hacia algún lugar terrorífico. Por culpa de la niebla había menos servicio y las conexiones entre Venecia y Murano eran con una línea y había que ir a otro lugar pra pillar el de Burano. Aprovechamos para visitar el museo, ver las calles y el canal principal de Murano, cruzar el canal por el puente que hay y por supuesto, pasamos junto a la Cometa di Vetro, esa cosa que es según parece arte, hecha en cristal de Murano y que cada vez que la veo me pone los pelos de punta.

Plaza en Burano

En Burano no había demasiada gente y eso que llegamos sobre las doce, supongo que la cantidad limitada de vaporettos jugó a nuestro favor y vimos el lugar con más tranquilidad, almorzamos por allí y después regresamos a Venecia.

Puente en Burano

Antes de irno hice la foto anterior de un puente en Burano con las casitas con colores vivos por detrás. Por la tarde le dimos candela a la entrada del Palazzo Ducale y fuimos a ver los otros museos a los que se puede entrar con la misma y que básicamente están en la plaza de San Marcos y se entra desde un lado y vas pasando por todos ellos. Fueron el Museo Correr, Museo Archeologico Nazionale y la Sale Monumentali della Biblioteca Nazionale Marciana, esta última espectacular. Después regresamos andando por las calles de la ciudad hasta donde tomamos el tranvía para llevarnos de vuelta.

Ponte degli Scalzi

Al día siguiente regresábamos a primera hora de la tarde así que nos fuimos a Venecia para pasar un par de horas, ver alguna iglesia, perdernos por los callejones y de paso cruzamos el Ponte degli Scalzi, que a esas alturas mi madre ya estaba hasta la pipa de puentes. Si el vídeo de Pisa era pequeño, este es minúsculo, con medio minuto de duración. Aún así merece la pena verlo. Si no aparece por ahí debajo, está AQUÍ:

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2 respuestas a “Regresando a Venecia”