Regresión – Regression


Todavía me acuerdo de aquellos tiempos pasados en los que todos pensábamos que Alejandro Amenábar era la gran esperanza del cine español. Ha llovido un montón desde entonces y hemos visto como al final no pudo ser y no fue. En esta bitácora ya se habló hace once años de Mar adentro, todo un peliculón al que sucedió el tostón de Ágora. De alguna manera el hombre se las ha apañado para hacer otra película internacional de la que ni tenía constancia que existía hasta que fui esta semana a ver Regression, película que se estreenó en España hace más de mes y medio con el título de Regresión.

Un montón de julays están jodidos y ni siquiera pagados

Una pava denuncia acusa a su padre de meterla en rituales satánicos y un montón de gente se volverá paranoica y comenzarán a ver el diablo por todos lados mientras un investigador privado no se sabe muy bien si está esnifando gofio o quizás algo peor.

Esta es una historia de esas rebuscadas en las que nada es lo que parece. Tenemos a una pelleja que al parecer ha sido violada y torturada por gente a la que le mola adorar al diablo y que viene de una familia de frikis que no veas. La investigación del caso la lleva un poli que parece más traumatizado que ella y que se mete tanto en su papel de salvador del mundo y del universo que acaba intentando destruirlo. La película da giro tras giro y tenemos a una especie de médico de cabecera que le dice tres cosas a la gente y estos empiezan a ver sucesos del pasado fabulosos y fantásticos. Por desgracia no funciona. Tanto giro dramático, tanta magia acaba por cansar. Como además conocía al director, según salió la chica ya sabía que es culpable, por más que la pongan de inocente. No solo ella, todos los protagonistas están cubiertos de mierda hasta el cuello y tarde o temprano les llega su momento de ser culpables. La película aburre con frecuencia, cansa con tanta movida dramática que nunca resuelve nada y ni siquiera Ethan Hawke la logra salvar. Uno de los grandes misterios que nunca se llegan a resolver es como un pava de un poblacho del interior de los Estados Unidos tiene un acento en su inglés británico que se nota hasta siendo sordo. Por supuesto eso se perderá en el doblaje al español de la voz de Emma Watson, la cual ni se molestó en camuflar su acento. Básicamente, un tostón.

Con tanta gente diciendo cosas inteligentes, esto debe provocar dolor de cabeza a los miembros del Clan de los Orcos. Tampoco creo que impresione a los sub-intelectuales de GafaPasta.


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