Una cosa que los filipinos adquirieron de la época española fue la adoración de las reliquias y el mostrarlas para que la gente pueda ir allí a rezar y pedir a esos trozos de hueso, cráneos, cachos de carne podrida o lo que fuera. Cuando los españoles ejecutaron a José Rizal seguro que alguno en seguidita pensó que por fin tenían un héroe y santo nacional y que se hace en esos casos …. pues todos sabemos lo que se hace, carnicero a tus cuchillos y a trocear para pillar cacho. El karma es una zorra asquerosa y José Rizal en su etapa final estaba en contra de la iglesia católica y ahora ha terminado con un hueso suyo adorado como una reliquia cristiana. El trozo de hueso que tienen en el museo que hay en el Fuerte de Santiago muestra los efectos de una de las balas que lo mataron, ya que en lugar del fastuoso y siempre ameno garrote vil que tanto nos ha gustado desde siempre y con el que añoramos revivir la edad de oro en el país reimplantándolo para exterminar a los truscolanes, usaron el fusilamiento, más rápido pero menos vistoso.