Me gusta cerrar el año con un pequeño resumen de lo que aconteció y de aquellas cosas que a mí me parecieron más importantes. Por supuesto, está todo en la bitácora pero en el océano de más de 3000 anotaciones es difícil encontrar esas cosillas que llamaron la atención. La fidelidad del puñado de lectores ha continuado a lo largo de este ciclo y las visitas de aquellos que curioseaban entre las fotografías y la guía de viaje para visitar Holanda ha hecho que nos quedemos en setecientas noventa y pico mil páginas servidas a lo largo del año, una auténtica burrada.

En el último trimestre se ha empezado a notar la desaceleración provocada por la crisis. La gente ya no busca viajar tanto como el año anterior y eso se ve en la caída de visitantes casuales. Aún así, con una media de más de dos mil páginas por día y algún pico de tres mil cuatrocientas, Distorsiones se ha movido bastante bien y para los sospechosos habituales esa multitud casi ni se ha notado, siguiendo con nuestro ritmo suave de comentarios y discusiones.

Este año visité Sevilla y Córdoba en enero, Málaga en febrero, estuve en Gran Canaria en marzo, junio, agosto y diciembre, pasé diez días fantásticos en Nueva York a finales de mayo y primeros de junio, visité Zaragoza antes de la expo y desde allí saltamos a Jaca, estuve un par de veces en Brujas, en Colonia y por primera vez en París. Un buen año en el que pude ver un montón de sitios.

Entre lo que quisiera resaltar tuvimos una interesante conversación en Mitos caídos o mi experiencia trabajando para una empresa que es propiedad de una multinacional japonesa. Volviendo a leer lo que puse ahí, no solo me reafirmo sino que podría añadir algunas cosas más. Pasé el invierno con ayuda, sin Los colores de mi vida habría acabado triste y deprimido pero por suerte no sucedió nada de eso.

Este ha sido el año del Chino, hemos seguido sus aventuras con gran curiosidad. Aún no sabemos si ha terminado sus Chinclases de conducir o su particular visión de la búsqueda de trabajo en ?? sé agua, mi Chinamigo. Creedme, tengo una nueva andanada en maceración y por fin cerraremos algunos capítulos de su larga y curiosa existencia.

Distorsiones es un ente vivo que cambia de aspecto con las estaciones. Así lo vimos en invierno, primavera, verano y otoño. Durante los próximos días se producirá el nuevo cambio de estación aunque con pocos cambios ya que me gustan las tres columnas, el ancho actual y la distribución del contenido.

Tarde o temprano nos miramos el ombligo. Es algo inherente a la gente que escribe bitácoras. Yo quizás lo hago con más frecuencia que otros. Este año me dediqué a desvariar y concluí que El libro de estilo sería algo así ?? antes de mirar hacia atrás con melancolía en la Breve, incompleta y sesgada historia de la Blogosfera – Primera parte y Segunda parte.

El mal rollo vino de la mano del Marico Hechicero de Ginebra. Esa sanguijuela tocó huevos y trató de amargar la vida a dos amigas mías y aún lo sigue intentando de cuando en cuando. Estáis todos bastante informados pero por si aún queda alguno despistado, está todo en Alea jacta est.

Si hay algo que ha marcado este año fue la llegada de Mi Jesus iPhone. Seis meses más tarde y todavía no deja de sorprenderme con las mil y una formas en las que me ayuda a pasar el día. Y hablando de eventos a destacar, por fin conseguí poner Mi hermosa y tupida alfombra verde. Mi jardín tiene cada vez más el aspecto que yo había soñado cuando compré la casa. El otro gran impacto tecnológico de este 2008 que acaba de terminar es mi nueva Canon EOS 50D, el trasto que cargo conmigo a todos lados. La fotografía ha pasado a ocupar una parte importante de mi tiempo libre y definitivamente el sumidero por el que se va casi todo mi dinero junto con los viajes. De entre todas las fotos que hemos ido viendo, me quedo con Mirar a la cara y Una familia de Amanitas muscaria.

Con los años me estoy volviendo más y más optimista y procuro disfrutar de las cosas que tengo y no amargarme con las que no puedo tener. He escrito en varias ocasiones sobre el tema, mirándolo desde distintos puntos de vista y casi siempre orientado hacia la gente que forma el universo que nos rodea. Un buen ejemplo es El camino.

Esta bitácora no sería la misma sin el apoyo de los incondicionales y muchos de ellos han recibido su Postalón de Distorsiones durante el mes de diciembre. Para el próximo año ya tengo pensado un calendario de pequeños regalos que premiarán las fidelidad y alegrarán el día a los que los reciban. Habrá que estar al loro.

Y acabamos con la Guía para el turismo en Amsterdam y Holanda, un índice que sirve para agrupar todo lo que hay en Distorsiones sobre los Países Bajos y que ayuda al que planea un viaje. Resulta increíble que todo comenzara por la sugerencia de una de las lectoras.

Ha sido un año muy bueno. He echado en falta el perder el tiempo con relatos y dejar volar mi imaginación aunque supongo que lo he logrado de otras formas.