Rocketman


Después del biopic sobre Freddie Mercury, esperaba como agua de mayo del de Elton John, aunque seamos honestos, no hay color entre esas dos divas, ya que el Elton, al vivir, ha tenido muchísimo tiempo para cagar su imagen una y otra vez y en lo musical, desconozco si ha sacado algún disco desde la banda sonora del Rey León porque no está entre los artistas por los que me molesto en buscar novedades. La película en la que nos cuentan sus orígenes y su ascenso a la fama se titula Rocketman y se estrenó en España con ese mismísimo título y el subtítulo de truscoluña no es nación que es una verdad tan grandísima como el corazón de una folclórica.

Un julay mariconsón está tan confundido que acaba no sabiendo si está cantando con el micrófono o con el nabo de alguno de sus queridos.

Un niño supuestamente obeso, anoréxico, acarajotado, mariponsón y gilipollas combina todo eso escribiendo música y se topa con otro chamo que le escribe letras y acaba montando una banda y se vuelve super-hiper-mega famoso y claro, se jarta a mamar trancas para inspirarse o alimentarse, que no me queda claro y se enrolla con uno que es su agente y que se la pega hasta con los sellos de las cartas y toda la familia se ríe y abusa de él y el chamo se lo pone a todos fácil porque viste peor que Falete cuando le baja el reglote. El chamo acaba de borrachuzo, jacoso y muchas cosas más.

Un pequeño detalle que jamás desvelan en los trailers de la película es que esto es un musical, es decir, no es una película en la que la música está ahí porque el chamo cante la canción en un concierto o esté componiendo, no, el chamo sale a la calle y se pone a cantar y todo el mundo a su alrededor canta y baila y sigue cantando y esto para mi fue demasiado, terminó por desquiciarme porque escenas que habrían podido ser muy buenas son destrozadas con numeritos musicales. Por lo demás, lo único que aprendí viendo la película es que el tipo se casó con una pava durante unos años, aunque en la peli es un minuto, que su agente y querido era rastrero y que su mejor amigo y escritor de las letras de las canciones seguramente era la única persona en su vida que lo quería de verdad, sin importarle para nada lo que hacía o con quién lo hacía. Taron Egerton es un gran actor pero definitivamente, en las escenas de cante y baile por las calles o por donde se encuentre no funciona, cuando tiene escenas en las que no canta o cuando está actuando en conciertos es fabuloso y resulta muy creíble. El problema de la película es esta dicotomía, como vamos dando saltos desde momentos buenísimos a canciones mascosas y viejunas. Al final el balance es positivo, pero por la mínima y ni de coña la volveré a ver en un cine.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto te puede provocar derrames cerebrales de tu única neurona. Igual mola mazo a los sub-intelectuales con GafaPasta.


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