Ruby Sparks


De cuando en cuando se me va el santo al infierno y me doy una panzada de cine que no veas. Casi siempre sucede cuando en las siguientes semanas voy a ir algo apurado o cuando el día va a ser de esos para no salir de casa por culpa de la lluvia y en los que he conseguido no quedar con nadie. Para mí, un cine es un lugar sagrado y en el que tengo claro que si la mentira de los dioses fuera cierta, ahí es donde se esconderían. Hace una semana tuve uno de esos días tontos y en una tarde me empapé cuatro películas de un tirón. Tuve más suerte que un ganador de lotería y todas comenzaban a los pocos minutos de terminar la otra y así, se me pasó la tarde volando. En mi programación alterné géneros y una de ellas era una comedia fantástica y romántica, con un trailer muy entrañable y que pese a que el protagonista me da algo de grima, me interesaba. La película se llama Ruby Sparks y en España se estrenará a finales de octubre con el mismo título.

Un julay escribidor consigue que desde el papel salte al mundo real la chama con la que sueña para empalarla hasta que vomite su zumo de la vida y mira tú por donde que lo acaba consiguiendo

Imagina que eres un joven que en tu adolescencia conseguiste la fama al hacer un libro que se convirtió en un clásico. Estás en blanco, poco menos que aterrorizado y eres incapaz de escribir y en eso tu psicólogo te manda un pequeño ejercicio de escritura y de ahí comienza a surgir la historia de una chama a la que le quieres comer el ku-ku. Un día, la chama aparece de la nada y hace todo lo que tu escribías y tú lo flipas que no veas y te sientes un Dios, un creador de otros seres pero por desgracia el amor no funciona así y ya te podrás imaginar hacia donde va el carro.

Pese a ser una película que se adentra en el género fantástico, no tenemos efectos especiales y no le hacen falta. Se nota que cuando hay un buen guión las cosas son más fáciles y aquí la historia es buenísima. Desde el principio te la crees y juegas con los protagonistas. La chica es la mona Zoe Kazan, que sin ser la chocha del martes, es muy resultona y le da más veracidad a toda la historia. A su lado está Paul Dano, un buen actor que a mí me da un poco de grima porque hay algo raro con la forma de su cabeza que me repele profundamente, pero aún así, reconozco que el hombre lo sabe hacer bien. El equipo de secundarios es como de liga de campeones y está encabezado por Chris Messina como el hermano incrédulo que lo flipa que no veas, Annette Bening haciendo de la madre algo desquiciada y chiripitiflaútica y un Antonio Banderas que ha logrado un papel buenísimo y que nos sirve para recordar que cuando este hombre quiere, puede actuar.

Con unos directores que saben lo que hace y un buen elenco todo salió bien y te ríes, disfrutas, tiene sus momentos bobalicones, su dosis de romanticismo y también de realidad. La película no decae en ningún momento y para cuando la resuelven, eres un creyente en este tipo de historias.

No es el cine al que se va convocando al Clan de los Orcos pero sí que vale para sacar a la Loba a pasear y ablandarla un poco para que haga esas guarrerías a las que se niega. Sacrifícate y véndele la moto como que lo haces por ella y seguro que la recompensa merecerá la pena. Puede que les guste incluso a los intelectuales gafapasta.


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