Salchichas con vino blanco


El otro día me daba mi garbeo habitual por el supermercado sin tener muy claro lo que iba a hacer para cenar. Sucede en ocasiones y esos días igual acabo comprando algo de comida para cocinar en el microondas, o una pizza o cualquier otra chorrada. Fui por la sección de carne para ver si había algo interesante y vi que tenían unas salchichas largas y delgadas que trajeron un recuerdo a mi memoria. Cuando en el 2001 estuve trabajando y recibiendo formación en Nuremberg durante tres semanas en uno de los sitios a los que solíamos ir a cenar prácticamente cada dos días estaban especializados en comida típica de la zona y lo mejor que tenían eran las salchichas a la parrilla y otras hervidas en unas cazuelitas de metal.

Las salchichas de la zona de Nuremberg eran no muy largas y delgadas, más o menos como la que conseguí en el supermercado. Opté por las que cocinaban en la cazuela. De lo que puedo recordar, sé que las cocinaban con un montón de cebolla y en lugar de agua usaban vino blanco dulce alemán, del que se da en la ribera del río Rin por toda esa zona. Seguramente había algún otro ingrediente pero el tiempo y el grado de alcohol en la sangre que solía tener en aquellos días no me permiten recordarlo. En aquel sitio solían poner los cazos al fuego y veías como hervían las salchichas casi frente a tus ojos, porque tenían un gran fuego en medio del local en donde se cocinaba todo, muy en plan cocina abierta, un estilo que nunca he visto en España en restaurantes salvo en los japoneses pero que en el centro de Europa se puede ver con cierta frecuencia.

Como tenía que cocinar y no había nada que perder decidí arriesgarme e intentar recrear un plato que en mi memoria está catalogado como delicioso. En los Países Bajos se consigue con facilidad vino alemán en el supermercado. Suele ser un vino muy barato y en muchas ocasiones viene en brik. Yo lo uso para hacer unas pechugas al vino blanco que están de morirse pero desde que tenemos la gripe de los pajarracos las comidas con carne de bichos voladores están en suspenso, que más vale prevenir que curar y al igual que la mayor parte de la gente por allá arriba, no me creo nada lo que dicen las autoridades, que esos son los mismos que dijeron que la nube de mierda procedente de Chernobyl que se venía sobre Europa no era más que humo y algo de porquería ….

En mi casa no tengo un pote de hierro como los que se usaban en Alemania y hacerlo en un caldero normal me parecía un poco chabacano así que me decidí por uno de los cazos de cerámica en los que suelo cocinar las gambas al ajillo, sopitas espesas o la bechamel con atún y huevo duro. La cosa me fue así:

Los ingredientes: Ya he dicho que tuve que echar mano de los recuerdos y pensé en hacerlo muy sencillo así que solo compré salchichas delgadas (calcular unos 150-200 gramos por persona), cebolla y vino blanco dulce.

La implementación: Se corta la cebolla en juliana, bastante cebolla ya que una vez se ponga en la cazuela ha de quedar bien llena. Se ponen las salchichas en el pote de barro (o de metal si se tiene), se llena bien con cebolla (en mi caso el cálculo fue a 1 cebolla por persona) y se cubre todo con vino blanco. Se pone a fuego fuerte hasta que comience a hervir y después se baja y se deja cocinando a fuego medio unos veinte minutos. En este caso no salpimenté porque quería el sabor del vino pero imagino que a quien le guste puede hacerlo. Después de unos veinte minutos el vino ha perdido el alcohol y se ha recogido algo y tendréis una salsita con un olor delicioso. La cebolla y las salchichas estarán cocinadas. De no ser así dejarlas un rato más. Se puede servir solo o acompañado con arroz blanco, ensalada o papas fritas, lo que más os guste.

En Alemania te lo servían directamente en el cazo que equivalía a una ración individual. Yo opté por platos hondos para poder poner bastante salsa que está para chuparse los dedos y mojar pan. El resultado me sorprendió bastante porque su sabor era muy parecido al que recordaba de aquellos maravillosos días así que he acertado más o menos con los ingredientes. Esta plato ya forma parte de mi librito de recetas y en estos inviernos fríos pienso hacerlo con cierta frecuencia ya que es muy sencillo de cocinar y el resultado está delicioso.

Si quieres ver otras recetas que he cocinado puedes ir al índice de Mi pequeño libro de recetas de cocina y allí tienes la lista completa


4 respuestas a “Salchichas con vino blanco”

  1. No se si sale igual con salchichas Oscar Mayer, me da que no, pero lo probaremos en casa. Si hay que ir al Caprabo a por salchichas de importación, se va.

  2. El vino dulce ya le da el saborcillo así que imagino que al final lo que queda es más o menos lo mismo solo que en el tuyo con bastante color naranja.