Saltando por islas cerca de Phuket


El relato comenzó en Desde Utrecht a Kuala Lumpur

Mi último día en Patong era una parada obligatoria porque no se puede volar hasta pasadas veinticuatro horas de la última inmersión (cuando te pegas un atracón de inmersiones como el mío) y para cuando se cumplía la hora yo ya no podía llegar a Bali, así que tenía que salir el domingo por la mañana Para ese sábado me apunté a una excursión por varias islas con buceo, almuerzo y demás. En realidad yo quería hacer otra, pero el barco ya estaba lleno así que fui a por la segunda opción. Me recogían sobre las nueve menos cuarto así que desayuné y después maté el tiempo jugando con el iPad. Fui el primero en la furgoneta, lo cual quiere decir que vas a estar allí dentro más tiempo que nadie. Cerca de mi hotel hay un Novotel y allí se subieron cuatro australianos, después vinieron dos italianos, cuatro joputas-terroristas-musulmanes y franceses y finalmente dos chinos Vinimos llegando a la playa desde la que salía el barco, en la costa este de Phuket sobre las diez de la mañana. Allí nos explicaron como iba a ser el día y nos pusieron unas pulseras azules. El barco era una falúa de velocidad con tres motores de 250 caballos de potencia cada uno. La petaron, con multitud de árabes e hindúes, ambas, especies de lo peor de lo peor. Gracias a los hindúes, me refrescaron las razones por las que no pienso ir a la India, tremenda gentuza maleducada.

Tardamos unos veinte minutos en llegar a Koh Khai Nai, pero al parecer la marea no estaba alta (o quizás era baja) y solo miramos la isla desde los alrededores para hacerle fotos. Al lado está Koh Khai Nok y en esa sí que paramos. Tiene una playa y una extensa zona de chabolas en las que hay restaurantes, bares y tiendas Nos dieron allí como una hora y diez minutos para ir a la playa y después de eso almuerzo en el cutre-restaurante del lugar. Aproveché para hacer fotos y bañarme y a la hora del almuerzo, aquello era un aquelarre. La comida era mala tirando a peor, con cuatro o cinco cosas para elegir y los hindúes demostrando que la falta de educación es un don genético. Encontré una mesa con chinos medio vacía que cada vez que venían los hindúes les decían que estaba llena y así nos salvamos de esa chusma y gentuza de la peor Después de comer todos regresamos al barco y tardamos casi una hora en llegar a Koh Phi Phi Lee, famosa por la bahía Maya que salió en la peli aquella de Leonardo DiCaprio. La razón por la que quería hacer el otro viaje es que podías bajarte. Este era el de los pobres y como el acceso cuesta unos diez leuros por persona, el barco se para fuera de la bahía para hacer fotos y después sigue su ruta. También vimos la bahía de Loh Samah y el lago Pileh, petados de barcos con gente haciendo fotos. La verdad que da un poco de pena como están destruyendo el lugar. Pasamos junto a la Cueva Vikinga en la que parece que dentro hay un barco, seguramente otra atracción turística. Desde allí seguimos la ruta a Ko Phi Phi Don, la isla en la que se quedan los turistas que van a la zona. Pasamos por la playa de los monos pero la marea estaba llena así que no había playa aunque sí que había monos en las rocas mirando. Hicimos otra parada para bucear en las cercanías, con todos los hindúes buceando con chalecos salvavidas y la ropa, que para ellos el concepto de bañador no existe y un vaquero es una prenda que se presta para todo. Después nos acercamos a la zona en donde atracan los barcos en Ko Phi Phi Don y allí nos bajamos para algo más de una hora de parada. Hice fotos por ambos lados de la bahía y por la que está protegida de los barcos, vi la zona turística, muy estropeada y sobre las cuatro volvimos al barco. Después, una hora de viaje hasta Phuket y otra hora en la furgoneta hasta el hotel, con lo que vine regresando a las seis y conseguí matar un día perdido por imposibilidad de viajar. Apunté cinco restaurantes y resultó que los cinco cerraban ese sábado con lo que desistí de comer comida Tailandesa y opté por cierta cadena de comida rápida y otra de helados épicos y después volví al hotel, recogí la ropa de la lavandería y reservé un taxi para la mañana siguiente y así pasé el día.

El relato continúa en Entre Phuket y Bali está Singapur

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2 respuestas a “Saltando por islas cerca de Phuket”

  1. Dicen que están valorando seriamente la posibilidad de cerrar esa playa al menos unos meses al año para intentar que no se estropee del todo. Los humanos somos asquerosos.

  2. Que curioso, en Canadá tuve varios amigos hindúes, muy majos, todo lo contrario de los que tu has descrito… 🙂
    Salud