Sazonando la vida


Especiero

Un ingrediente fundamental en cualquier plato son las especias. Con ellas añadimos matices a la comida, la enriquecemos, desplegamos sensaciones que activaran rincones ocultos en nuestro cerebro y nos provocarán emociones que solo un plato bien sazonado puede conseguir. En cierta forma nuestras vidas son platos sin sabor que condimentamos con especias como el amor, la felicidad, la esperanza, la amistad, la lealtad y algunas veces con otras especias de sabor más duro como la envidia, el rencor, la arrogancia o la maldad. Según la mano que tengamos con estas y otras especias, al final de nuestros días podremos mirar hacia atrás y sentirnos más o menos orgullosos de lo que hemos hecho o de esas personas maravillosas que han añadido un gran sabor a nuestras vidas y esas otras que nos han provocado arcadas con su acritud.

Volviendo al tema de la cocina, mi problema siempre ha sido que cuando necesito alguna especia no la encuentro y siempre acabo comprando una y otra vez especias que ya tenía. Haciendo un inventario esta semana encontré cuatro bolsas de hojas de laurel, varios botes de cilantro molido y otras especias que habían sufrido la misma suerte. Llevo un tiempo con la certeza de saber que tendría que hacer algo pero la dejadez y la pereza siempre se anteponían y lo retrasaba. Hasta hoy.

Después de mirar por Internet y en todas las tiendas de cocina de Hilversum y Utrecht, he encontrado el especiero perfecto, uno con capacidad para dieciséis especias distintas que además tiene una base que permite girarlo para encontrar fácilmente la que queremos. No he perdido más tiempo y ya lo he comprado.

A partir de ahora podré condimentar la comida fácilmente y siempre tendré a la vista aquellas especias que necesite. La imagen también me recuerda que nuestras mejores virtudes también las tenemos almacenadas en tarritos pequeños ya que no necesitamos grandes cantidades de ellas para ser felices mientras que esas cosas malas que debemos mejorar las acaparamos en barriles grandes que parecen no agotarse nunca.


5 respuestas a “Sazonando la vida”

  1. Los nombres de las especias van en las tapas? Es que yo me compré uno que no tenía sitio para ponerlos, y solucioné temporalmente con un dymo, poniendo etiquetas en los culos de los tarritos…una cutrez que ya he solucionado, pero me he fijado y es algo habitual que no traigan los nombres…

  2. Este trae los nombres de las especias en un montón de idiomas, incluyendo español, holandés e inglés, lo cual es una ayuda porque siempre las confundo. Hay un par de botes que igual vacío porque son especias que no uso y pongo otras más habituales.

  3. Una preguntilla, ¿dónde lo has comprado al final? ¿por internet? Me encanta! Quiero uno!