Continúo sacándole un montón de partido al último libro de Jamie Oliver que me he comprado y no dejo de disfrutar con las recetas que he ido sacando del mismo. La de hoy es bastante fácil de preparar y están deliciosos. Son perfectos para la merienda o como postre con el que impresionar a los amigos que vengan por tu casa a cenar. La receta es de Scones de fruta y hasta donde yo sé, no he encontrado la palabra en español que sirva para traducirlo. Con las cantidades que se dan aquí salen unos diez scones y se pueden congelar y así los vais consumiendo según los necesitéis.

Los ingredientes: 120 gramos de cerezas pasas o uvas o una combinación de las mismas, 450 gramos de harina de repostería y un poco más para cuando estéis trabajando la masa, 2 cucharaditas de levadura química (baking powder), 120 gramos de mantequilla, 2 huevos, 5 cucharadas de leche, zumo de naranja, sal y para el relleno una buena mermelada o confitura y nata para montar (opcional).

La implementación: Encendemos el horno para calentarlo a unos 200 grados. Mientras, se ponen en un bol las cerezas o las uvas y se cubren con zumo de naranja para que se empapen. En otro bol se pone la harina de repostería la levadura química y la mantequilla y se mezclan con un tenedor hasta que la masa adquiera el aspecto de migas de pan. Si queréis podéis usar las manos para hacer esta mezcla o una batidora eléctrica. En otro bol se baten los huevos y se añade la leche y se mezcla bien. Escurrimos las cerezas y las mezclamos con el huevo batido y la leche y aprovechamos para poner algo de sal. Después se mezcla todo esto con la harina, la levadura y la mantequilla y lo trabajáis bien. Si es necesario se añade un poco más de leche. Después de un rato deberíais tener una masa suave y seca.

Para hacer los scones espolvoreáis con harina la superficie en la que vais a trabajar y con el rodillo aplastáis la masa hasta que tenga unos dos centímetros de grosor. Con un vaso los cortáis (o con un molde circular de galletas de unos siete centímetros). Como imagino que no os saldrán los diez a la primera tanda, cuando no podáis recortar más, volved a trabajar la masa y repetir el proceso. Con una brocha mojar la parte superior un poco con algo de leche y ponerlos en el horno a cocinar entre doce y quince minutos. Al sacarlos del horno ponedlos a enfriar.

Para servirlos, los abrís por la mitad y ponéis dentro una buena cucharada de confitura o mermelada y también una buena cucharada de nata montada. Una alternativa es poner la mermelada y después añadir una bola de helado, se quedan igual de deliciosos.

Si vais a congelar algunos, hacedlo después de untarlos con la leche y antes de ponerlos en el horno y cuando los saquéis, añadid cuatro o cinco minutos al tiempo de cocción en el horno.

Si quieres ver otras recetas que he cocinado puedes ir al índice de Mi pequeño libro de recetas de cocina y allí tienes la lista completa