Una de las cosas que tiene vivir en un país en el que el cine llega en versión original es que hay muchísimas películas que jamás tocarán una pantalla en España que sí que llegan aquí ya que no les cuesta mucho añadir los subtítulos y saben que hay gente para todo. Así, en los cines de este pequeño país hay una rotación de películas increíbles y gracias a eso exprimo al máximo mi abono de diecinueve leuros al mes por todo el cine que pueda ver, que en mi caso es muchísimo ya que en lo que vamos de año he visto ciento diecisiete películas. Hoy quiero comentar una que vi hace un par de semanas y que se titula Seeking a Friend for the End of the World y que al parecer, es poco probable o casi imposible que se estrene en España así que imagino que lo hará directamente en DeUveDé o en la tele.

Tres semanas antes del chimpún final un julay conoce a su más mejor amiga

Cuando todo el planeta Tierra sabe que en tres semanas se acabará nuestra civilización debido al choque de un asteroida llamado Matilde, la gente se chifla. A unos les de por el pillaje, a otros por la religión y pronto todas las empresas van deteniéndose mientras la gente disfruta de ese tiempo tan escaso antes de apagar las luces e irnos. Un chamo ve como su mujer lo deja y sin quererlo conoce a una vecina con la que parte en un viaje por carretera. ?l quiere encontrar a su amor de instituto y ella no se sabe muy bien lo que busca pero de alguna forma, en este viaje se encontrarán mutuamente y comenzarán una relación que durará lo poco que dure el mundo.

Esta no es una película de final feliz en el sentido de que al final el mundo no acaba por alguna razón estúpida. Sin embargo no es una película negativa, ya que en el poco tiempo que les quedan, ambos descubren que nacieron para estar juntos y conocen a gente muy interesante. Steve Carell está soberbio y nos da una lección fabulosa con un hombre muy complejo que no se sabe muy bien de donde viene o hacia donde va. Su personaje parece sufrir algún mal algoritmo recursivo y se adentra en sí mismo cada vez más en cada iteración y la única que parece poder sacarlo de ese bucle infinito es Keira Knightley con la que tiene un montón de química. Hay un montón de actores secundarios que tienen su par de minutos de gloria y los aprovechan muy bien, entre los que destaca T.J. Miller con unas escenas hilarantes en un restaurante en el que todo el mundo se ha chiflado. La historia es muy hermosa y está muy bien dirigida, con su toque romántico, de drama, cómico e incluso fantástico. Cuando sales del cine te quedas tan a gusto porque has visto una muy buena película, una historia de esas que te impactan.

Si llegara a un cine español, no es el típico cine para los miembros del Clan de los Orcos. Dudo mucho que tengan capacidad neuronal suficiente para asimilar este tipo de productos. Para los demás, es una pequeña joya que merece la pena descubrir.