Selma


Por culpa del dominio del cine norteamericano en todo el universo, al final acabamos sabiendo la historia de ese país mejor que la de los nuestros. Nos llegan películas continuamente con este o aquel episodio y este fin de semana, solo en este el mejor blog sin premios en castellano, esta es la segunda de la que hablamos. En este caso, viajamos unos cincuenta años atrás, cuando en el sur de los Estados Unidos los negros eran animales de compañía, al contrario que ahora que son candidatos favoritos para el exceso de cárceles que tienen en ese país y carne de cañón para su ejército. La película de la que voy a hablar se llama Selma y en España se estrena la semana que viene con el mismo título, el cual parece ser que se refiere al nombre del villorrio en el que sucede la acción.

Un julay monta un pitote que no veas por no querer in en guagua de un villorrio a otro

Martin Luther King está emperrado en conseguir que se permita a los negros inscribirse en el censo electoral, ya que se les permite votar pero en los ayuntamientos no los dejan apuntarse, con lo que de hecho, en el sur de los Estados Unidos, los seguían manteniendo fuera del sistema democrático. En esa guerra contra políticos que ven a los negros como seres inferiores llega a Selma, ciudad en la que van a luchar por conseguir el cambio. Junto a su equipo propagandístico, organiza una marcha que acaba en un baño de sangre y gracias a eso logra lo que quería, todo esto aderezado con algunos toques de su vida privada.

Decir que la historia probablemente sea muy importante y emocional para los americanos pero lo que es por aquí, como que cansa. Será algo vital para los derechos de los negros gringos pero el guión no logra transmitir esa tensión a los espectadores. No ayuda que el protagonista, el actor David Oyelowo, fracase totalmente a la hora de crear un personaje que nos emocione. Es triste decirlo pero para mí el mejor momento de la película es justo antes de los títulos de crédito finales cuando vemos imágenes televisivas de lo que sucedió realmente. Ahí sí que hay dramatismo y tensión, en la historia todo está muy amanerado y en ocasiones me daba la impresión de estar viendo una obra teatral con los actores sobreactuando y gritando para que los escuchen en todo el teatro. Oprah Winfrey tiene un papel patético, en el que lo único que destaca es que está encochinada y el mejorcito es Giovanni Ribisi, como asesor del presidente y político de esos que si pueden, te la empetan hasta que notes su rabo tocándote las amígdalas. La película es eterna, le sobra como media hora, quizás algo más y se regodean demasiado en el drama fácil. En ningún momento se molestaron en hacer algo que implique que los actores nos vendan la historia.

En fin, totalmente prohibida para los miembros del Clan de los Orcos y aunque sé que no me harán caso, yo recomendaría a los sub-intelectuales de GafaPasta tener bastante caución y solo ir al cine si quieren llevarse un disgusto. Como un telefilm, se puede ver perfectamente un domingo por la tarde en Antena Triste y pegarte en paralelo una sobada del copón mientras haces la digestión del sancocho que te has jincado.


4 respuestas a “Selma”

  1. Darliz, arreglado. El corrector del Firefox apesta más que el guirre de la tía Clara, que mira que echaba un hedor horripilante cuando aún vivía.