Shame


El domingo pasado fui al cine de los intelectuales con mi amiga Waiting. Yo como siempre me puse las gafas de pasta sin cristales para dar el pego y ella se acopló unas de esas modelo Rocío Jurado y Prometido que eran más grandes que las vidrieras de la tienda Apple de Niu Yolc. Entramos haciéndonos los lolailos y ocupamos nuestros asientos. La película elegida venía avalada por cientos de críticos que parece que la adoran y por unas notas altísimas en IMDb y no se me ocurrió ni mirar de que iba y así llegamos a Shame, película que se estrena en España esta semana con el mismo título porque obviamente, todo el mundo sabe y requetesabe que esa palabra significa shhhhhheim o eso que para los incultos sería Vergüenza pero como la cosa está muy mal, el distribuidor se decidió ahorrar los 5 leuros de la traducción.

Un julay toca y toca y toca y toca y toca y toca la zambomba pero nadie canta villancicos porque ya no es navidad ni en el Corte inFiel

Un tipo de edad indeterminada pero que aparenta cuarenta y pico se pasa el día pajeándose y buscando pornografía por Internet, cuando no llama putas a su casa para darles candela o agarra a cualquier guarrilla y se la pule en la calle. Y eso.

Al parecer la película tiene tema y hasta guión pero yo debo estar sintonizado en la efe eme y aquello es más bien a eme porque no me enteré de qué iba. Solo tengo claro que el Michael Fassbender tiene una tranca enorme que le gusta llevar suelta y el director debe perder más aceite que un azafato de líneas aéreas porque coloca la cámara siempre de tal manera que se le pueda ver la polla al tipo y por desgracia, esa polla no sabe actuar, es malísima como actriz y aburre. Aparte de esto, poco más. Vemos al tío desnudo, lo vemos pajeándose, cascándosela, jalándosela, tocándosela, afinándosela y hasta meando pero uno no sabe muy bien el propósito de todo esto. A veces aparece su hermana en pantalla y ella también tiene unas movidas chungas que no se saben y nadie explica y con esas nos quedamos. Tiene mérito hacer del sexo algo aburrido y tedioso y eso es lo que consiguen en esta película. En un momento determinado, mi amiga Waiting me pregunta si sé de qué va y si aquello va a arrancar en algún momento y no le pude responder porque yo estaba igual de pasmado que ella.

Obviamente, tengo más sangre de orco dentro de la que pensaba porque este tipo de cine no está hecho para mi. Me aburrí hasta el infinito y cuatro kilómetros más allá. Lo único bueno que puedo decir de la misma es que aunque parezca increíble, acaba y al salir la olvidas en un momento y puedes seguir con tu vida.

En fin, que si quieres ver polla, esta no te la puedes perder de ninguna manera. Si lo que quieres es seguir una historia, mejor pasas porque aquí no la encontrarás y si eres un intelectual, entonces deberías ir a verla porque creo que esto es eso que llaman arte y que a mí me deja más bien helado.


2 respuestas a “Shame”

  1. La hermana es la delicada protagonista inglesa de An education, que con esta película ha hecho su entrada en el cine endocrino, a la vez que nos enseñaba que dispone de felpudo y no es el de su casa, porque carece de ella.

    A mí la película me parece interesante como retrato de unas personas jodidas por un pasado sórdido, posiblemente víctimas de abusos sexuales en su infancia y casi seguro protagonistas de incesto entre ellas («no somo malos, sólo venimos de un lugar malo» dice la hermana chunga).

    Ese pasado no se cuenta, pero a mi entender forma parte de la película.

    Yo no entiendo cómo puede haber personas adictas al sexo, con la de cosas mejores que se pueden hacer en la vida, como por ejemplo cagar.