Hay un puñado escaso de directores que parecen conocer bien su oficio y nos lo demuestran historia tras historia. Hay también un puñado de actores y actrices cuya sola presencia puede determinar el lado hacia el que oscila la balanza a la hora de juzgar una película. En cuatro ocasiones hemos tenido la suerte de poder contar con un director fantástico y un actor que representa lo mejorcito de lo que tenemos hoy en día en activo y en todas ellas el resultado fue muy bueno. La semana pasada se estrenó Shutter Island, la película de la que quiero comentar algo en la anotación de hoy.

Un julay picoleto o algo parecido visita una isla en el quinto coño llena de chiflados y allí se tendrá que enfrentar al más sandunguero de los psiquiatras

A un policía le encargan la investigación de la desaparición de una chiflada en un manicomio que está ubicado en una isla recóndita. Llegará allí acompañado por un colega y pronto descubrirá que hay múltiples niveles de realidad en ese sitio y no todos parecen estar diciendo la verdad. Mientras intenta resolver el caso, investigará por su cuenta también la presencia en el lugar de otro paciente que asesinó a su esposa unos años atrás. Para complicarlo todo, una tormenta huracanada asolará la isla y la aislará del resto del mundo y del universo.

Martin Scorsese es un virtuoso. Nos lo ha demostrado a lo largo de su extensa carrera y lo sigue haciendo hoy en día. sus colaboraciones con Leonardo DiCaprio son ejercicios fascinantes en los que siempre desarrollan la deconstrucción de un hombre hasta lo más básico que lleva dentro de sí. En esta película es Leonardo DiCaprio el protagonista absoluto sobre el que gira toda la trama, una compleja serie de anillos que interseccionan en puntos determinados y que según van corriendo los minutos va volviéndose más y más oscura. La historia parece nadar en las aguas del misterio y del thriller.

No se puede contar mucho de la película sin estropearla pero os diré que todos los actores y actrices están fantásticos, el guión es de lujo, bien estructurado y sin asumir que somos estúpidos y hay que dárnoslo todo bien masticado y la música y la ambientación hacen de la historia algo que ciertamente recordaremos durante un tiempo. Es todo un homenaje a la profesión de actor, al arte de hacernos creer algo sin que haya un atisbo de duda por nuestra parte y también a esos directores que son capaces de tomar nuestra mano y sumergirnos en un mundo totalmente distinto al nuestro.

Absolutamente recomendada para todos. Es casi una obra maestra que seguro que os gustará y a la que podéis ir con la parienta o con un buen par de buenos amigos. Si eres de natural sensible, entonces mejor te lo piensas dos veces.