Smoorverliefd


Con la llegada del otoño se acerca el Nederlands Film Festival, el festival de cine puramente holandés por excelencia y por ende, hay una avalancha de estrenos de películas que se han rodado en neerlandés o en algunos casos, producidas con dinero de este país. Se celebra en mi ciudad, en Utrecht y durante los diez días que dura el cine al que yo suelo acudir entre semana desaparece de mi universo ya que está tomado por el festival, igual que las calles del centro de la ciudad, llenas de famosetes holandeses y de gente tratando de verlos. Este año, algunas películas se han estrenado antes del festival, supongo que para ganar algo de tracción de cara a los premios y para evitar carteleras petadas de títulos del país y una de ellas es una comedia romántica de título Smoorverliefd que podemos traducir como Loco por ti, Chalado de amor o si eres un traductor español, Encoñado. Por supuesto, esta película jamás llegará a una pantalla española, ni de cine ni de televisión, así que nadie se tiene que preocupar demasiado y podéis dejar de leer aquí mismo.

Un grupo de julays buscan rabo con el que quitarse el picor de chichi que tienen

Esta es la historia de cuatro hembras, una madre divorciada con una hija adolescente desbaratada total, otra hija ya talludita que también anda descompensada hormonalmente, ella misma con unas marejadas hormonales del copón y su hermana, también más caliente que los fogones del infierno. Las cuatro andan de acá para allá buscando un maromo que les de candela de la buena y viven juntas en una keli en la ciudad de la Haya, o Den Haag que es como se le conoce localmente.

Esta es una de las comedias románticas más flojas que he visto. Es previsible hasta niveles dantescos. Basta con observar las miradas que echa cada protagonistas a los paquetes que tienen a su disposición para saber de qué rabo cojean. Todas parecen padecer la misma inestabilidad y todas se esfuerzan por compensar esas deficiencias y encontrar a su macho ideal. Una de ellas parece tener más suerte que el resto ya que se jarta a follá porque las otras hablan mucho pero no catan un nabo a menos que se compren una lata llena de los susodichos y acaban dejando el supermercado del barrio desabastecido de pepinos. No tenían demasiado con lo que llenar los noventa y cinco minutos así que optaron por estirar como el chicle algunas escenas y cuando falla todo lo demás, poner a las bebas a decir bobadas sin sentido. El mayor enemigo de la película es el trailer, el cual revela todos y cada uno de los momentos cumbre de la historia, con lo que cuando por fin la vemos, realmente no había nada más que contar. La película tiene una escena final antológicamente estúpida en el aeropuerto de Rotterdam, aunque sabiendo que era una comedia romántica y que por definición tienen prohibido los finales que no sean de comer perdices y codornices, estaba cantado que sería así.

En fin, que nadie se tiene que agobiar ya que está contenida dentro del reino de los Países Bajos y dudo mucho que cruce la frontera.


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