Snickerdoodles


Yo tengo clarísimo que si me hubiesen dado un papel en la trilogía de The Matrix, habría sido el del que cocina galletas para todo el mundo y lee la mano, solo que no estaría tan encochinado como la chama que lo hizo ya que yo procuro comer las justas y soy más de los que regalan el producto para que otros lo disfruten y sus culos lo muestren, lo cual además me sirve para después chancearme de los mismos que se las comen y restregarles su obvia obesidad. Así, siempre estoy preparando Galletas de chocolate, Galletas de mantequilla o las Zandkoekjes holandesas y de cuando en cuando pruebo algunas recetas nuevas, buscando variaciones sobre lo mismo. En realidad todo se debe a un trauma porque de pequeño pasaba junto a una empresa en la que horneaban unas galletas deliciosas que me compraba directamente sacadas del horno y que espero poder encontrar algún día para comenzar a hacerlas en masa. Hacían también unos mantecados divinos.

Bueno, volviendo al tema, en alguna de las películas que he visto recientemente nombraban unas galletas llamadas snickerdoodles y las que mostraban tenían una pinta fantástica. Buscando por los océanos infinitos de la red descubrí que eran un tipo de galleta preparados con mantequilla, azúcar y harina, ingredientes básicos de las que más me gustan así que decidí darles una oportunidad. Su origen parece estar en la cocina alemana. Encontré multitud de recetas y entre todas, me quedo con la que se puede encontrar siguiendo este enlace. Con las cantidades indicadas salen veintipico galletas, dependiendo del tamaño que les deis. También comentar que una vez tenéis la masa preparada y el horno se está calentando, la ceremonia para hacer las bolitas y recubrirlas es perfecta para trabajar junto a niños pequeños, los cuales flipan y alucinan y después se desesperarán esperando que el horno acabe su trabajo y poder devorarlas todas. Las galletas aguantan muy bien dos o tres días aunque en mi caso, nunca sobreviven más de veinticuatro horas ya que son altamente adictivas.

Los ingredientes: 1 huevo, 125 gramos de mantequilla a temperatura ambiente (o sea, blandita), 110 gramos de azúcar, 250 gramos de harina (no estoy usando la de repostería), 3/4 de cucharadita de levadura química, un toque de sal, 1 cucharadita de azúcar de vainilla, 1/2 cucharadita de nuez moscada molida y para recubrirlas usaremos dos cucharadas de azúcar (en la receta original usaban una pero para mí no fue suficiente la primera vez que las preparé) y 1 cucharadita de canela molida.

La implementación: Comenzamos encendiendo el horno a 180 grados. En este caso no estoy usando la opción de aire, solo el calor convencional. Con aire caliente yo bajaría la temperatura al menos diez grados. Batimos ligeramente el huevo en un recipiente y lo reservamos. En un bol grande (o en la Kenwood Chef) ponemos la mantequilla y la comenzamos a batir con varillas. Como no tengas una máquina para este paso te van a salir unos músculos como los de Rambo. Cuando esté blanda, se añade el azúcar y seguimos mezclando bien. Añadimos después de esto el huevo batido con el azúcar de vainilla (o media cucharada de extracto de vainilla). Mezclamos bien y posteriormente añadimos la harina junto con la nuez moscada, la levadura química y un poquito de sal y seguimos mezclando hasta que se forme una bola. Aquí conviene cambiar las varillas por el accesorio para amasar. Cuando tengamos una bola, más o menos blanda pero bien ligada, estamos preparados para terminar nuestras snickerdoodles y este es el punto en el que se puede incluir los niños. Para recubrirlas hay dos sistemas que son iguales pero distintos. Podéis poner el azúcar y la canela en una bolsita de plástico o en un bol pequeño. Ahora, vais haciendo bolas del tamaño de una nuez y las echáis en la bolsa y las agitáis bien para que se recubran de azúcar y canela o las hacéis rodar por el contenido del bol, según el método que hayáis elegido. Las vais poniendo en una bandeja de horno recubierta con papel para hornear y dejáis algo de espacio entre ellas, apretándolas un poco para que no giren (pero sin pasaros para que mantengan la forma preciosa que tienen). Al hornearse se quedarán como en la foto, formando semiesferas. Cuando las tengáis todas en la bandeja, se mete al horno durante quince minutos, aunque controlad un par de minutos antes ya que quizás se cocinen más rápido (dependiendo de vuestro horno). Al sacarlas, dejarlas un par de minutos en la bandeja del horno y después ponerlas en una rejilla (o en el poyo de la cocina si estáis agitanados como yo) para que se enfríen. Por fuera son duras y por dentro están blanditas. La canela y la nuez moscada le dan un sabor fantástico y el punto de vainilla está ahí para despertar algún recuerdo en vuestro paladar.

Se preparan en un rato y son la sensación.

Si quieres ver otras recetas que he cocinado puedes ir al índice de Mi pequeño libro de recetas de cocina y allí tienes la lista completa


2 respuestas a “Snickerdoodles”

  1. La foto está fantástica, pero lo que me ha acabado de convencer es lo de «hacerlas con los chiquillos», mi peque ya se lo pasa bomba haciendo magdalenas, así que habrá que piratearte tambien esta receta. A ver como salen. 😉