Sobreviviendo a la caló


Yo el frío lo tolero de fábula, no tengo ningún problema pero lo que es la caló enfermiza que llega todos los años a Holanda gracias al cambio climático que no existe, eso sí que me tumba. Desde que el fin de semana pasado la temperatura comenzó a subir mi actividad comenzó a bajar. Salgo de la oficina y paso las horas en la franja esa de la muerte en vida, esperando que lleguen tiempos mejores. Al principio tumbarse en el jardín a disfrutar del sol era como maravilloso pero la temperatura siguió subiendo y subiendo y cruzó el punto en el que resulta molesta. Mi casa está de velorio, con cortinas y persianas cerradas y las ventanas a cal y canto hasta que la temperatura exterior es inferior a la interior. Por la noche pongo el aspersor para que los árboles y el césped también sobrevivan. El lunes, con temperaturas por encima de los treinta grados, había una cantidad considerable de gente en uno de los supermercados del barrio en la sección de congelados y productos refrigerados. Había uno que ni se molestaba en camuflar su objetivo, no quería comprar nada, quería disfrutar del fresco. Todos los días del fin de semana fui al cine por aquello de la sala con ese maravilloso aire fresco. Después regreso a mi casa al ralentí, haciendo la ruta monumental a la vera del Amsterdamrijnkanaal, uno de los muchos ramales que surgen del Rín cuando comienza a desmembrarse en su delta, aquí en los Países Bajos. Es una ruta junto al agua, viendo pasar los enormes barcos cargueros y con el fresquito que siempre parece haber en esa zona. El domingo, regresando por ese caminito, me desvié y fui por la zona en la que están las enormes tiendas-ferreterías, un lugar cerca de mi casa y en donde confluyen Praxis, Gamma, Karwei y Hornbach, todas y cada una con tiendas de miles y miles de metros cuadrados. En una de ellas me compré una parra y un albaricoquero, este último para ver si tengo más suerte que con el cerezo aquel que me negó los frutos durante un montón de años. Este tiene tres años para demostrar que puede producir fruta o lo talo y sigo buscando una alternativa. La parra la he comprado de uvas blancas, igual que la otra y si algún día tengo kilos y kilos de uvas, incorporaré la mermelada de ese fruto a la producción de mermelada de zarzamoras que ya tengo y que este año, con esta caló, puede batir todos y cada uno de los récords. También tengo dos matas de calabaza con la máxima protección, que el año pasado una babosa me mató la que tenía en un día. Para estas últimas he puesto unos recipientes en el jardín llenos de cerveza de la barata y cada día se ahogan un montón de babosas que después dejo en el suelo del jardín y se comen los pájaros. Es el círculo de la vida y si vienes a robarme mis fresas, mis frambuesas, mis manzanas, mis uvas o mis moras, que sepan todos los bichos que lo intentan que recibirán la más cruel de las muertes, que a mí nadie me toca mi fruta.

Esta tarde he quedado con un colega para cenar y ya le he dicho que ni de coña en una terraza, local con airote acondicionado, que ya hemos vuelto a cruzar el umbral de los treinta grados y esta noche, la temida noche tropical, la cual se define en Holanda como una noche en la que el termómetro nunca llega a descender por debajo de los veinte grados. Mañana salgo por patas para Málaga y ya he recibido confirmación que las máquinas de ese airito tan rico están plenamente operativas en la casa de mi amigo Sergio, así que me llevaré un pulóver y un abriguito para las tertulias.


9 respuestas a “Sobreviviendo a la caló”

  1. Pues cuidado en Malaga, yo estuve en Sevilla este fin de semana, 45 o más de temperatura.

    Pa fundirse.

  2. Si, hemos estado por encima de los 40º aquí, hoy tregua con 30º, pero no pasa nada, yo me encierro en el ranchito con mi aire acondicionado alimentado con energia solar hasta la puesta del sol, y genial, viendo desde mi ventana como los gorriones abren el pico a tope y agradecen el agua que les pongo para que se bañen y beban, en el ranchito se comparte todo con todos… 🙂
    Salud

  3. Pues de paso llevaté una sombrilla para cuando tengas que salir a la calle. Aqui da igual salir a las 4 de la tarde que a las 8, vivo en una olla.

  4. En Holanda hoy está previsto el gran final, seguramente batiendo el récord a la temperatura más alta de este 22 de junio en la historia del universo conocido. El récord actual es de 31.2 en el año 1941, medido a 3 kilómetros o así de mi casa.

  5. En el norte no tenemos aire acondicionado, tenemos calefacción. Yo de este verano no paso sin hacer la instalación (tengo uno portátil, y aún menos mal!), porque cada año va a peor y en mi casa ayer a las 00:40h. tenía 27.2º… totalmente insoportable. Hoy está todo nublado y por poco lloro de la alegría cuando lo ví. Buf.

  6. Cagonlaputadeoros! Acabo de llamar a una empresa a la que solicité un presupuesto para hacer la instalación del aire, y me suelta la chiquilla : «es que tiene Ud. que perdonarnos, pero en Coruña solo instalamos calderas y calefacción, no tenemos instaladores como en el resto de España también para aire» Yo entendí «resto de España» como «El Atlántico y el Cantábrico no cuentan» … Mi respuesta: «Pues id contratando gente porque esto va a peor cada año y no seré la última en querer instalarlo». Traducción, tengo que llamar a una empresa que hace instalaciones para locales comerciales, que son los únicos con climatización por aquí… me van a clavar, seguro….

  7. Virtu, por aquí, El Corte Inglés, Carrefour, Leroy Merlín y un montonazo de tiendas lo hacen todo, a lo mejor los grandes que te digo antes, ahí lo hacen, pero lo que necesitas es comprar el equipo, el resto lo instala cualquiera y ya sabes que el tamaño, las frigorías, va en función de los m2 a enfriar, hay tablas, seguro que lo puedes mirar por Internet 🙂 Te recomiendo Panasonic, Inverter, es el que yo tengo, la relación precio calidad es muy buena, jamás he tenido una averia. 🙂

  8. Gracias Genín! no me viene mal un consejo, sobre todo porque tengo que reconocer que en aire acondicionado no tengo idea, en deshumidificadores soy una experta!