Aunque suelo ir a ver todas las películas de 007, es uno de esas series que da tantos bandazos que no acaba de convencerme. A lo largo de los años hemos tenido películas buenas, malas y malísimas. De la era de Daniel Craig ha quedado constancia en el mejor blog sin premios en castellano y así Casino Royale me gustó sin encandilar, Quantum of Solace me pareció más bien una mierda y Skyfall fue un peliculón. Aunque el trailer me daba mal fario, el otro día fui a ver Spectre, la cual imagino que se ha estrenado también en España y en el resto del universo.

Un julay se hace la picha un lío

El 007 se va a México a cogerse una putilla de allí pasa por Londres, va a un funeral en Roma y se folla a la viuda y después se encoña de la hija de uno que quiere matar y se va con ella al quinto coño o algo parecido antes de descubrir que su vida es una mierda sin chimpún.

La película arranca en una escena patética en México, una especie de fusión entre Halloween, la feria de abril en Sevilla y el día de todos los difuntos. La cosa va de mal en peor y cuando el colega provoca una explosión que poco menos que dañó el planeta, lo flipas en colores. Lo que viene a continuación son los títulos de crédito más patéticos que he visto en una película de 007, malísimos y acompañados de una MIERDA de canción por la que espero que no hayan pagado un duro. Después intentan enlazar todas las películas e inventarse una historia que las incluye a todas y que no tiene ni pies ni cabeza. El guión es un bodrio, vacío de contenido y que trata de rizar el rizo tanto que acaba por alisarlo. La escena en Roma es surrealista, con el 007 yendo a un funeral y así como quien no quiere la cosa, como que trata de cogerse a la viuda de cincuenta y un años. Después pasa por Suiza, conoce a una pava, la rescata en una escena patética y se va con ella a África, como en aquella famosa película. Todo lo que viene después oscila entre lo malo y lo peor. El guión no funciona, Daniel Craig se aburre y no hace el más mínimo esfuerzo por darle algo de dignidad a su personaje y llegas a preguntarte si el colega es capaz de actuar. Christoph Waltz apesta, parece que necesitaba dinero para depilarse y se apuntó a este circo y pretende repetir ese otro papel que lo hizo famoso internacionalmente. La pava nueva es una tal Léa Seydoux que se ve puretona y que igual es fabulosa haciendo pajillas o cantando en el karaoke pero lo que nos quedó claro a todos es que lo de actuar no es lo suyo. La pobre lo intenta peor nunca lo consigue. Del resto de gente que aparece, están todos para despreciar y olvidar. Pasada la hora y media de película estaba tan aburrido que me eché una siesta de diez minutos y si me desperté fue porque el tío que estaba sentado a mi lado volvió de su excursión a los baños y al bar del cine para traer cerveza para él y sus otros tres amigos. La escena final es patética y da lástima que un supuesto agente secreto del copón acabe así. En fin, que la película aburre, se hace eterna y no tiene el gancho y el glamour que tenía la anterior.

Está claro que todos los miembros del Clan de los Orcos la irán a ver porque está en su ADN pero muchos se llevarán un susto del copón con lo mala que es. Los sub-intelectuales de GafaPasta puede que quieran ir por el nombre del director, Sam Mendes, pero desde aquí les digo que se ahorren el viaje. Una decepción.