Spijt!


Prácticamente todos mis amigos holandeses de puro pedigrí pasan ampliamente del cine de su país y solamente muestran interés cuando alguna película destaca y el rumor de boca a oreja corre por las calles. Después chulean y se las dan de entendidos pero lo cierto es que yo soy de los pocos seres inhumanos que se molesta en ir a ver el cine local y salvo por las películas especializadas en los marroquíes, no le hago asco al resto y esas que ignoro es porque es siempre la misma puta historia y me recuerda a Garci y todos los cabrones que se ensañaron con los espectadores en España con lo de la Guerra Civil esa que sucedió hace eones. Hace cosa de cuatro semanas fui a ver una película con temática muy actual y cuyo público objetivo son los adolescentes. Si en la sala entra un cura católico se le pone dura al instante con tanto chiquillo y chiquilla. Por suerte a mí me gusta sentarme alrededor de la tercera fila por delante y a esa zona no llega ni Ritita la Cantaora con lo que no habrán rumores infundados sobre mi presunto acercamiento a la iglesia de los presuntos tocadores de niños. La película se titulaba Spijt! y aunque es poco probable que se estrene en España, parece que han elegido el camino de los festivales de cine con lo que existe una pequeña posibilidad de que lo haga. A propósito, el título se podría traducir lolailamente por arrepentimimento olamentarse.

Un julay embostado recibe candela de la mala de un putón verbenero de instituto periférico

Un adolescente de aparentemente buen corazón observa cada vez más escandalizado como una pelleja de su clase acompañada de sus dos guardaespaldas acosa a uno de los chavales porque es gordo como una bosta. Aunque les intenta hacer frente, no puede con ellos y a su alrededor, los profesores ignoran lo que está sucediendo delante de sus ojos. Cuando después de una fiesta en casa de un profesor el gordo desaparece y lo encuentran ahogado, todos se lamentarán en el colegio por tremenda pérdida de alguien que ignoraron completamente y el chaval pondrá los puntos sobre las íes avergonzándolos a todos en un emotivo discurso multimedia en el funeral del chaval.

La primera parte de esta película me resultó algo pesada. Era como una película de adolescentes norteamericana pero sin la insubstancialidad que reina en ese cine. Todo parecía demasiado serio y las relaciones entre los jóvenes no terminaban de cuajar. En algún momento de ese prólogo algo encaja en su sitio y de repente la película se transforma en una historia muy potente que incrementa su fuerza según transcurre. Las escenas previas a la fiesta en casa del profesor, con el chaval de buen corazón intentando ayudar al otro y todo lo que pasó en la fiesta y como el amor adolescente se cruzó en el camino e hizo que lo que podía salir mal, fuera en realidad una tragedia, todo esto nos lleva a un punto extremo en el que tras la tragedia vemos la hipocresía de la gente, la manera en la que de repente somos más-mejores amigos y lloramos por el ser perdido al que nunca le hicimos caso. El funeral es una escena típica holandesa, con la verdad saliendo a flote y golpeando a la cara a los que llevaron al gordo a su suicidio, exponiéndolos públicamente para que el resto de la manada conozca las manzanas podridas que hay entre ellos. En la cultura holandesa, más sustentada en el Calvinismo que en el Catolicismo, el crimen requiere castigo, sea quien sea la persona que lo ha cometido y requiere exposición pública para que la sociedad identifique a los infractores y aprenda del suceso. Este es el lamento o arrepentimiento, la parte en la que el protagonista que menos tuvo que ver en esta desgracia y uno de los pocos que intentó hacer algo por evitarla se expone públicamente y arrastra a todos los que han tirado piedras y escondido las manos.

La película es un drama con moraleja, muy bien guiada y muy interesante. Es un tipo de cine totalmente fuera del alcance de los miembros del Clan de los Orcos, que ni aprenderán ni soportarán ver como se desvelan muchos de sus trucos a la hora de abusar. Los intelectuales de GafaPasta, si son capaces de asumir el hecho de que se escribió y rodó para una audiencia de adolescentes, seguro que la sabrán disfrutar.


2 respuestas a “Spijt!”