Subiendo a casa desde Gran Canaria


Supongo que una forma tan buena como cualquier otra para comenzar el año es la de viajar. En mi caso y como el día dos trabajo, el uno era el del regreso a casa, a los Países Bajos. Desde el día anterior solicité un taxi para que me recogiera a las cinco menos diez pero me habían dicho que al ser Año Nuevo, tenía que confirmar un poco antes porque quizás no habría taxis. A las cuatro y media llamé y la operadora me dijo que tenían quince disponibles y para cuando me recogió, el taxista me confirmó que esta Nochevieja ha sido muy mala en comparación con otros años y que no han hecho tantas carreras como esperaban. Llegué al aeropuerto a las cinco y fui de los primeros en facturar. Me dieron fila seis ventana izquierda en el avión a Madrid y fila veintidós ventana izquierda en el que me llevaría a Amsterdam. Pasé el obligatorio control de inseguridad y me senté justo a la salida para observar a la gente:

Era un goteo constante de pasajeros ya que aunque pueda resultar extraño, a las cinco de la mañana de un día de Año Nuevo hay mucha actividad en el aeropuerto. Como uno aprende de sus errores y esta vez decidí que de mi dinero no iban a ver ni media, me llevé mi desayuno y me comí dos ensaimadas mientras esperaba. Comenzamos a embarcar a la hora prevista pero el sistema de embarque por filas nunca ha funcionado y en lugar de agilizar el proceso, lo frena. A mi lado, tres norteamericanas hablaban sin escucharse mutuamente, cada una con su propia conversación y una de ellas hasta con los auriculares del iPhone puestos y escuchando música. En fin, hay gente para todo. Desde mi asiento se podía ver otro avión de Air Europa aparcado en el aeropuerto de Gran Canaria:

Air Europa aparcado en Las Palmas

Air Europa aparcado en Las Palmas, originally uploaded by sulaco_rm.

Salimos con unos veinte minutos de retraso debidos a lo lento que fue el embarque pese a no ir lleno el avión. El asiento junto a mí iba libre. Esta vez no dormí y me dediqué a ver vídeos de series que tenía en el iPad. A medio camino miré por la ventana y la luna estaba rodeada de un cielo azul y sobre un mar de nubes:

Llegamos a Madrid más o menos a la hora prevista y maté las dos horas de espera paseando de punta a punta por las terminales 1,2 y 3. Algo que no comenté cuando hablé del viaje de ida fue una cosa alucinante que vi en Madrid. Era casi la una de la mañana y un vigilante de seguridad venía por la terminal. Iba de papelera en papelera rebuscando en su contenido y cogiendo lo que creía interesante. Una hora más tarde pasó una limpiadora vaciándolas y también escarbaba en ellas. Esto solo lo he visto hacer en dos aeropuertos en toda mi vida. La primera vez fue en Johannesburgo y la segunda en Madrid. Seguramente es un buen ejemplo de como el ZaPatazos y Mariana han arrasado el país. Durante el día no vi nada por el estilo y tras mi caminata me senté junto a la puerta de embarque ya que el avión había llegado antes de tiempo. Una mujer intentó entablar conversación conmigo pero me hice el lolailo y la ninguneé. El embarque fue sin agruparnos por filas y pese a que el avión solo tenía dos asientos libres, todos estábamos dentro diez minutos antes de la hora prevista del despegue. A mi lado se sentaron dos jirafas rubias, dos holandeses que crecieron como la mala hierba. Cuando íbamos a salir, una azafata se acercó y les dijo que los dos asientos libres que habían eran en la salida de emergencia y se los ofreció con lo que se marcharon. Al momento se sentó en el extremo de la fila una Orca españislava. Le conté once zarcillos en la oreja izquierda que era la que yo veía y los tatuajes asomaban por todos los puntos en los que mostraba carne. Lo primero que hizo fue quitarse los zapatos y ponerse en posición de parto, con las patas pa’rriba. La azafata la obligó a bajarlas y a apagar su móvil ya que al parecer, las reglas de aviación no la incumbían. La tía tenía un par de piercings en la nariz, en la boca y vete a saber en qué otros lugares. Era lo que se dice un regalito.

Durante el vuelo seguí viendo series y comí gracias a la infinita generosidad de KLM. Llegamos con veinte minutos de adelanto y con tanta suerte que no nos obligaron a ir a la puta Polderbaan, la pista esa que está en el más allá. Pasamos por encima por el estadio del Ajax, el ArenA y aproveché para hacerle una foto:

El estadio ArenA desde el aire

El estadio ArenA desde el aire, originally uploaded by sulaco_rm.

En la foto podéis ver el estadio con la cúpula abierta. A la izquierda están las cubiertas de la estación de tren Amsterdam Bijlmer ArenA y aquellos que conozcan la zona reconocerán el Ziggo Dome, el Pathé Arena e incluso el centro comercial de cosas para el hogar. Desde nuestro avión aproveché para tomar una instantánea de un trocito del aeropuerto:

Schiphol y ala de avión de KLM

Schiphol y ala de avión de KLM, originally uploaded by sulaco_rm.

Nuestro avión era un Boeing 737-700 y yo estaba en la penúltima fila así que casi salí el último, detrás de la Orca a la que seguí para mirarle la otra oreja y confirmar que en esa tenía al menos siete zarcillos más. Mientras esperaba por la maleta aproveché para comprar mi billete de tren en las máquinas que hay por allí. Una chama avejentada con menos cerebro que una ameba tocaba botones sin tener ni puta idea de qué estaba haciendo y una chica la tuvo que ayudar. Seguramente estaba entre sus propósitos de Año Nuevo lo de ayudar al prójimo porque yo estaba más por darle un empujón, estamparla contra la máquina y pisotearla si sobrevivía. Tras la chica guiarla por todo el proceso, cuando vio el precio del billete cambió de idea y le dijo que no lo iba a comprar. Lo dicho, que lo más humano habría sido matarla allí mismo y aligerar el mundo de tanto peso muerto. El momento mágico en el que mi maleta se encuentra conmigo quedó plasmado en esta foto:

Juntos nos fuimos a esperar el tren que me llevaría hasta Utrecht mientras intercambiaba mensajes con los amigos. Dentro del tren, aproveché para hacerle una foto a mi mochila Forclaz 40 tuneada para viajar en aerolíneas de todo tipo:

Los más espabilados seguro que notarán la modificación que le hice, eliminando la parte que sujeta la mochila a la cintura y que es una especie de cinturón gordísimo que además pesaba un par de cientos de gramos. Esta mochila ha viajado sin incidencias en multitud de ocasiones con Transavia, Ryanair, Easyjet, Corendon, Vueling, Air Asia, Wizz Air, Norwegian y alguna otra aerolínea de bajo costo que seguro que me estoy olvidando.

Al llegar a la estación bajé a la parada de guaguas y al momento llegó una que me dejó junto a mi casa. Así acabó la escapada a las Canarias para las vacaciones navideñas. Mañana, regreso al curro y con suerte en un par de semanas me echan y vuelvo a levantar vuelo.


7 respuestas a “Subiendo a casa desde Gran Canaria”

  1. ¡Ya decía yo que estaba siendo una Nochevieja rarita!…A las 8 de la tarde, cuando íbamos a cenar, casi no había coches en la carretera…y tampoco gente por la calle. Y a las 6 de la mañana, cuando volvíamos a casa, tampoco encontramos tráfico ni seres humanos. No vi ningún taxi, ni los controles avisados. Otros años, las calles estaban llenas de gente, a todas horas. ¿Qué habrá pasado?…¿Se acabó el mundo…y yo no me he enterado?…Porque lo de la crisis no cuela; la semana anterior, hablara con quien hablara, todos me decían que esa noche salían. En fin, misterios… ¡Pobres taxistas!…

    ¡Feliz año para todos!…

  2. Yo no he salido de mi campito en todas las fiestas, los únicos seres humanos que he visto han sido mis vecinos, osea 7 personas en total y dos perros, no recuerdo otra época en que estuviera hablando tanto por teléfono atendiendo las llamadas que me hacían, yo creo que se van dando cuenta de mi edad y temen que palme cualquier día…jajaja
    ¡Feliz año a todo el mundo!
    Salud

  3. Genín, cualquiera que te oye puede pensar que eres un señor mayor.

    Bueno, el momento más importante del año ya ha pasado. Salí de Holanda con sesenta y cuatro kilos y ochocientos gramos y esta mañana procedí a realizar la operación del pesado. He regresado con SESENTA Y CUATRO KILOS Y CUATROCIENTOS GRAMOS así que las decenas de kilómetros que he andado en la playa de la Garita y alrededores han funcionado y he conseguido no acumular michelines como todos vosotros.

  4. Qué suerte hijo porque yo me caigo en el mar y floto con los michelines. En fin habrá que ponerse un poquito a régimen.

  5. Joder tio, que envidia cochina y venenosa me das GRRRRRrrr yo he engordado hasta hoy 3 kilitos y eso que salvo días de fiesta oficial, he salido a andar mi hora diaria reglamentariamente todos los dias incluido el 31, aún haciendo mal tiempo…
    ¿Señor mayor yo?
    Ya sabes tu que no, que tengo la mente mas joven de Andalucia…jajaja
    Salud

  6. Impacta lo del chamo y la chama que rebuscaban en las papeleras del aeropuerto.

    La vida no hay que vivirla en base al peso. Yo no he dejado de encochinarme y también he bajado unos gramos 🙂

  7. Uno+cero, controlo mi peso con ejercicio, no pasando hambre. Deberías haber visto el plato de pastel de carne braseado que me jinqué ayer junto con dos ensaimadas. Y ni te cuento la encochinada de la noche de Año Nuevo, con al menos tres mitades de aguacate con coctel de gambas, un montón de jamón serrano y pata de cerdo y una cantidad dantesca de mejillones y langostinos que empujé hacia abajo con pasteles de gloria. Por suerte ese día caminé diez kilómetros escuchando un audiolibro y me hice otra tanda de kilómetros en el aeropuerto de Barajas.