Surrogates – Los sustitutos


El cine de ciencia ficción tiene a sus fieles seguidores, como un servidor, que vamos a todo lo que se estrena aunque el vello se nos ponga de punta con el trailer. Ver ese futuro que nunca llega merece la pena y puesto que la realidad quedó estancada en los ochenta y no parece que vayamos a tener vehículos voladores en un futuro cercano ni visitaremos otros planetas ni habrán robots entre nosotros, lo mejor es ir al cine y recibir allí esas raciones de sueños que no se van a cumplir. Esta semana se estrenó en los Países Bajos Surrogates, película que llegó a España a finales de septiembre con el título de Los sustitutos.

Un julay menopausico juega a los soldaditos de plomo con gentuza de barriada periférica y le terminan haciendo pupita

En quince años el mundo ha cambiado un montón. Alguien desarrolló una tecnología por la que podemos controlar un robot y hacer todo lo que hacemos con nuestro cuerpo y hasta mejor y el resultado es que todo el mundo se queda en casa y son sus robots los que caminan por el mundo. Un buen día alguien mata a una pareja que se estaba dando el lote a la puerta de una disco y lo extraño es que al matar a sus robots también los mataron a ellos. El policía que investiga el caso pronto descubrirá que hay muchísimos intereses ocultos detrás de este crimen y que las cosas no son tan sencillas. En su carrera para resolver el crimen tendrá que replantearse un montón de cosas sobre su vida y la del resto de los mortales.

La idea era buena pero a la hora de llevarla a la práctica creo que se pasaron un poco y se quedaron cortos en otras cosas. Lo primero que llama la atención al comienzo de la peli es el matojón de pelo que le endiñaron a Bruce Willis. ¡Por Dios! Se ve más falso que Judas. Además del peluquín le deben haber hecho un estiramiento a base de cinta adhesiva que no veas porque en las mejillas le crecieron dos pezones. Todo lo relativo a los «sustitutos»,esos robots que hacen la vida por nosotros, es aburrido. Se les ve demasiado falsos y carecen de originalidad. Las sorpresas no existen porque ya hemos visto que los tíos se pondrán cuerpos de tías espectaculares, que las tías se quitarán años pero no se cambiarán el sexo y que cuanto más cabrona es una tía, más grande son las tetas de su robot. Todo eso ya está visto, en decenas de películas y siempre tienes la sensación de estar en otra historia que has visto hace un tiempo. Hay acción pero le falta gancho, aburre, da igual que estén persiguiendo a alguien o repartiendo mandoblazos, es todo muy plano y genérico. Para cuando llega el final y su desenlace dramático, la historia ha dejado de interesarnos y solo queremos que acabe de una vez y retomar nuestras vidas «reales».

Es sosa y aburrida pero es de ciencia ficción y las tías siempre parecen llevar las tetas a punto de reventar la ropa así que tú verás si te interesa verla o prefieres acceder a recursos en la red gratuitos y más explícitos para satisfacer tus bajísimos instintos.

05/10


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