Tan fuerte, tan cerca – Extremely Loud & Incredibly Close


Soy un bicho raro. No conozco a nadie que vaya por gusto al cine con la frecuencia frenética con la que yo voy y tampoco que devore libro tras libro sin descanso. Igual que veo una media de tres películas por semana, leo entre uno y tres libros en ese mismo periodo. Por lo general sincronizo ambas actividades y cuando sé que voy a ver una película, ataco el libro con antelación. En el caso de la de hoy fue al revés. Primero fue al cine y después leí el libro y mi sospecha era que al trasladar la historia desde un formato al otro, hubo una pérdida significativa de información y el mensaje se degrado. Acerté. La película se llama Extremely Loud & Incredibly Close y en España está en cartelera con el título de Tan fuerte, tan cerca, el cual supongo que es el mismo que debe tener la novela de Jonathan Safran Foer en la que está basado.

Un julay chiripitiflautico anda inmiscuyéndose en las vidas de los demás mientras trata de encontrar algo que ni siquiera perdió

Un joven un tanto rarito ha perdido a su padre en los atentados de los hijosdeputa terroristas islámicos contra las Torres Gemelas de Nueva York. El chiquillo parece medio autista y oculta algún secretillo como que su padre llamó a la casa el día en que murió y dejó varios mensajes en el contestador. Cuando encuentra una llave entre las pertenencias de su padre y un nombre, es embarca en una misión absurda y desquiciada para hablar con todas las personas que viven en Nueva York con ese apellido y encontrar la que le puede indicar lo que abre esa llave. La película narra ese viaje en el que conoce a muchos y trata de curar su alma.

Como todos hemos leído el libro, estaremos de acuerdo en que la poesía y la sencillez de la historia se pierden al adaptarla. En ese proceso también cambian al niño y lo hacen más raro de lo que es para intentar que nos de lástima o algo parecido pero no termina de funcionar. La película avanza a trompicones, con momentos fuertes y otros en los que el director se desquició y cagó un material que era oro puro. Hay segmentos de la historia en los que en lugar de drama y tensión tenemos a un niño caminando por los barrios de Nueva York sin más. Tampoco parece que estuvieran muy afinados con la forma de arrancarnos las lágrimas.

De entre todos los actores, Max von Sydow es el único que se salva. Está soberbio como el alquilado que vive en la casa de la abuela y que no habla. Sandra Bullock además de avejentada da lástima por lo mal que la sacan, con frases vacías y caritas tontas que no ayudan a la historia. El niño protagonista personalmente no me convenció pero bueno, al menos tiene un pase.

Esta es una de esas historias en las que quisieron hacer algo tan épico que lo cagan y terminan con un producto que sin ser malo, tampoco resalta. Está bien para una tarde de domingo y para verla en casa mientras sesteas pero puestos a gastar el dinero, yo iría a por el libro. Definitivamente no es material apto para los miembros del Clan de los Orcos, los cuales dudo mucho que puedan siquiera soportar una película de este tipo.