Tapita de realidad


Las cosas no siempre salen como habíamos planeado y al final este fin de semana no he podido escribir mucho. Lo digo y lo repito, la popularidad acabará conmigo. Yo debería ser un salvaje insociable como la mayor parte de la gente que conozco, debería tener una ceja única, negra y gorda de lado a lado de la cara, unas buenas gafas de culo de botella y debería pasar los días frente al ordenador cascándome le chimichanga hasta que vomite su carga lechosa. Pero no es así. En lugar de esto he tenido que recuperar toda la vida social suspendida desde la llegada de mis progenitores a los Países Bajos a marchas forzadas. Esta semana he estado en dos ocasiones en el Café Cartouche comiendo costillas. Si tengo algo de tiempo en los próximos días contaré alguna de las historias que escuché por allí. También he asistido a un curso de cultura japonesa obligatorio para todos los empleados en mi empresa y definitivamente tengo mucho que decir sobre el tema pero será en otra ocasión.

Hoy tenía una gala en mi casa. Una familia de holandeses venían a disfrutar de las legendarias tapas que se sirven en mi comedor y que me han convertido en un mito andante. Ríete tú de los gurús de la blogosfera y demás. A mí me respetan por mi cocina. Después de unos entrantes con queso de Valsequillo, queso holandés y fuet, atacamos la comida, que constó de dátiles con bacon, pimientos de piquillo, champiñones rellenos de chorizo, gambas al ajillo, paella y pollo en salsa. Para culminar, flan de huevo y suspiros de Moya. Un auténtico banquete del que se hablará en las próximas semanas en mi trabajo, ya que era un compañero con su familia. Regamos la comida con cerveza Jupiler, una marca belga que produce una cerveza excelente, ligera, rubia y deliciosa.

Y hoy lo dejamos aquí. Hay que reponer fuerzas para afrontar una semana que se presenta complicada, con un concierto en el estadio Rotterdam Ahoy de los increíbles KEANE, el mejor grupo del universo y parte del mundo.


7 respuestas a “Tapita de realidad”

  1. Vida ocupada, sin duda.
    Los frikis de hoy en día se sociabilizan y arreglan más para salir bien monos en youtube.
    Cosas de la tecnología.

  2. Un friki que se graba en video no es un friki auténtico, a menos que lo haga para parodiar la guerra de las Galaxias o Serenity.

  3. yo sigo alucinada por mi super-regalazo, por cierto, la camiseta me queda grande, tenías razón, las «L» del norte traen tela (es que no me he resistido a probármela ya). De nuevo gracias!

  4. emo, KEANE hasta en la sopa. Prepárate. Grandes especiales, cobertura en directo, fotos, todo, todo, todo en Distorsiones, la página en la que adoramos a KEANE.