Tarzán – Tarzan


Mira tu por donde, esta sí que es una de las películas Disney que vi en su día en un cine y flipé en colores y hasta en grises. Me compré la banda sonora y me enganché a la misma con una saña increíble. Aunque originalmente vi la película en español, cuando vi la versión original, la doblada murió para mi y jamás la he vuelto a ver u oír. Unos años más tarde fui al musical en Holanda, uno de los que más éxito ha tenido en este país y alucine también. Se trata de Tarzan, que como todo el mundo sabe, en España se estrenó como Tarzán, con una rallita sobre una vocal.

Una julay visita un polígono periférico y se encoña de un chichón local que marca paquetillo con tanga

Esto ya no se puede hacer, con tanta corrección. Eso de poner a una tía tonta-del-culo que va con su padre el científico a la jungla y que cuando se tropieza a un macho de verdad no solo se le ponen los pezones duros como diamantes, es que en vez de compresas tiene que usar fregonas para contener todo esos flujos vaginales cada vez que se le arrima el macho, que la pone más caliente que las calderas del Titanic en su hora final. La chama se encoñará del colega y éste, que jamás había olido coño de pava, se pone bruto como un arado y busca la forma de clavarle el pinchito y darle hasta ver la punta por la garganta o algo así, mientras hay gente muy mala, como uno en el barco, que lo que quiere es traficar con animales para vendérselos a los nuevos ricos Podemitas, que piensan que es estiloso en sus grandes chalés el poner manos de gorilas como ceniceros.

Este fue el último gran musical del renacimiento de la Disney y resultó épico. La música de Phil Collins es bestial, las canciones fabulosas y la animación fue gloriosa. La historia es algo simplona y definitivamente se podía mejorar pero aún así, ha aguantado el paso del tiempo y sigue siendo una buena película. Habiendo visto varias de las adaptaciones de Tarzán que se han hecho, esta es de las mejores, por la música y por la simplonería de los malos, que son peripatéticos y solo les falta prometer un referéndum ilegal y la independencia. Cuesta un poco creer el don de lenguas tanto de Tarzán como de Jane, que aprenden otros idiomas sin ni siquiera usar el Duolingo quince minutos al día y aún cuesta más creer que el malo se hace con el control del cotarro sin esfuerzo alguno, pero en fin, esto es cine de animación y se supone que los clientes son los niños, que suelen tener cerebros menos enrevesados y es más fácil colarles las cosas. Para mí, lo mejor sigue siendo la música, las canciones son eternas.

No creo que mole demasiado a los miembros del Clan de los Orcos porque no hay demasiadas muertes. Sí que es más del tipo de película al que un sub-intelectual con GafaPasta llevaría a un hijo para empezar a acostumbrarlo al cine.


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