Hoy tenemos otra foto de los templos que hay en Hoa Lu en lo que era el palacio real y que ahora son lugar de visita para turistas y locales. El lugar se ve idílico en las imágenes pero con cuarenta y pico grados es un infierno en el que buscas la sombra, que suele estar llena de vendedores de gorros que por un dolar te equipan. Allí me compré un gorro que a día de hoy sigo usando porque es perfecto tanto para protegerte del sol como de la lluvia. No es uno de esos cónicos vietnamitas. Por suerte en los templos de este país no hay que quitarse los zapatos para entrar o no habría manera de visitarlos. La excursión nos llevó a estos dos templos por la mañana y a otro lugar mucho más interesante por la tarde y que veremos en un futuro no muy lejano.