The Chronicles of Narnia: Prince Caspian – Las Crónicas de Narnia: el Príncipe Caspian


Hace más de dos años y medio hablábamos por aquí de Las crónicas de Narnia, la fabulosa serie de historias escrita por C. S. Lewis en la década de los cincuenta y que asumo que ya nos hemos leído todos ya que es un clásico de la literatura de fantasía e infantil y lectura obligatoria para todo el que se precie y que sepa apreciar una buena historia que vaya más allá de una banda de julandrones que caminan sin parar para tirar el anillito de uno de ellos y después de mil páginas y once horas de película casi no lo consiguen. A principios del año 2006 hablamos de The Chronicles of Narnia: The Lion, the Witch and the Wardrobe, la primera película de la serie y hoy le ha llegado el turno a The Chronicles of Narnia: Prince Caspian o Las Crónicas de Narnia: el Príncipe Caspian que es como la conocerán todos aquellos que han de sufrir el doblaje al español.

A un julay metrosexual lo ponen en la puta calle y se junta con orcos y poligoneros para volver a ser okupa

Los Reyes y Reinas de Narnia vuelven a su reino un año después y se encuentran que en Narnia han transcurrido mil años y las cosas han cambiado mucho, con el reino tomado por un malvado rey que ha intentado aniquilar a todas las criaturas mágicas. Los niños ayudarán al Príncipe Caspian y a las criaturas que aún quedan para enfrentarse a los invasores y devolver la paz al Reino.

Esta historia corresponde al segundo libro escrito por C. S. Lewis y en las Crónicas de Narnia es el cuarto en orden cronológico. Los cuatro niños siguen siendo los protagonistas y con ellos redescubriremos una Narnia bastante distinta ya que ahora es mucho más siniestra. Volveremos a ver algunos de los personajes que aparecían en la primera peli incluyendo a Aslan, ese león increíble que es todo un prodigio de la técnica.

Al igual que le sucede a la primera película, mi impresión es que tratan de meter demasiadas cosas del libro y por ello acaban en una película muy larga, sobre todo si tenemos en cuenta que supuestamente es para niños y no hay chiquillo que aguante dos horas y media sentado viendo lo que sea. Este exceso de duración les permite recrear unas batallas impresionantes y trabajar mucho más la historia. Mi único pero está en Ben Barnes, el actor que interpreta al Príncipe Caspian y que por alguna razón desconocida parece que sufrió un congelamiento facial y se pasó toda la película poniendo la misma cara, independientemente de que le estuvieran estrujando los huevos con un cascanueces o le hicieran cosquillas. Por lo demás, seguimos adentrándonos en esta saga y disfrutando enormemente con ella.

Una película perfecta para una calurosa y larga tarde de verano en la que quieras estar al fresco del aire acondicionado del cine acompañado por tus amigotes.
8artuditos