The Day the Earth Stood Still – Ultimátum a la Tierra


The Day the Earth Stood Still - Ultimátum a la TierraCiencia ficción, trailer cutrísimo que te hace temerte lo peor, un protagonista más quemado que las bragas de Carmen de Mairena y un título que parece una obra de mal gusto son ingredientes suficientes para que salga de la cueva en la que me protejo de los dos grados bajo cero y me acerque a un cine para ver The Day the Earth Stood Still. Esta decepción en España se ha titulado Ultimátum a la Tierra y se ha estrenado también este fin de semana.

El julay de la matriz anda algo confundido y se metió la píldora por el trasero pensando que era un supositorio y no veas como lo ha flipado

Hay historias que es mejor no tocar. La que han vuelto a hacer es una muy buena y añeja que en su momento sonaba fantástica y totalmente creíble pero que ahora no da el pego y da más lástima que otra cosa. Empezamos con una julaya a la que poco menos que secuestran para llevarla a unas instalaciones secretísimas en las que se entera que una especie de meteorito malo malísimo se dirige hacia la tierra y nos va a joder vivo. Al poco esto resulta ser una bola de discoteca grande que se estaciona en Central Park y comienza a tocar los huevos de los americanos y más cuando de su interior sale el mismo joputa de la matriz que viene a torturarnos de nuevo. A partir de aquí no hay tema y veremos muchos efectos especiales y poco más.

De entre todas las posibles formas de actualizar este guión clásico han elegido la peor. La historia hace agua por estúpida y ridícula desde prácticamente el comienzo. Para cuando la bola esa se planta en los Estados Unidos hay veces que te tienes que reír con las gilipolleces que dicen y cuando el extraterrestre resulta ser Keanu Reeves haciendo el papel de Matrix de siempre, te partes y te tronchas con sus estupideces y sus tics. Después tendremos que soportar pifiada tras pifiada que parecen sacadas de la mente de un retardado alcohólico a quien alguien le dejó un bolígrafo y un puñado de folios para que se currara el guión. Lo único digno de mención son las tetas de la Jennifer Connelly que ya eran motivo de estudio en 1991 cuando se estrenó Rocketeer y siguen siendo espectaculares pese al tiempo transcurrido.

Este monumento al aburrimiento no merece ni una sesión de tarde en vuestro sofá. Es una absoluta pérdida de tiempo perlada con unas actuaciones pésimas, un guión que han tratado de evolucionar y que lo único que lograron fue involucionar y todo ello dirigido por alguien que debía estar sufriendo una hemorragia cerebral mientras lo hacían y no lograba articular palabras coherentes al equipo que dirigía. En fin, es mala y no se la deseo ni a la gentuza que me cae mal.

2-10 Muy mala