The Fighter


Es una pena que no haya podido ver todas las grandes películas nominadas a los Oscars antes de la ceremonia. Mi quiniela habría sido distinta. A lo hecho, pecho, que se dice. Y aunque tarde, hoy he podido ver The Fighter, película que en España se estrenó a principios de febrero y que en los Países Bajos solo parece estar en un cine hasta dentro de unas semanas.

Un julay al que le gusta hostiarse para ganar el pan suyo de cada día tiene una madre que parece más bien puta y un hermano que se ajusta perfectamente al perfil de hijo de puta

Esta es la historia de un boxeador, un hombre al que todos daban por acabado y que consiguió enderezar su carrera y llegar a conquistar un título mundial. Es también una historia de superación personal, de familia, de problemas, de drogadicciones y de amor. Todo eso bajo el aura extraña que siempre tienen las películas de boxeadores, esas personas a las que les gusta meterse en un ring a pegarse con otros como ellos y que para el resto de los mortales hacen algo que roza lo impensable.

Comencemos de menos a más. Yo desde siempre le he tenido poco respeto a Mark Wahlberg. De hecho, estoy convencido que es Matt Damon y que se ha creado esta personalidad paralela por ser muy prolífico, de la misma forma que Stephen King se inventó a Richard Bachman. Al igual que el otro actor, pienso que son poco más que cachos enormes de carne con ojos, perfectos para dar sombra y para moverlos en los escenarios en los que transcurre la película pero incapaces de mostrar emociones. Por suerte para él en esta película no tiene que mostrar ninguna, solo darse de hostias con la gente y eso le queda muy bien. Si la película fuera su historia, sería aburrida e insulsa. Lo maravilloso es que tiene un hermano problemático interpretado por Christian Bale que nos lleva hasta el cielo de las buenas películas. Este hombre es un puto genio y lo demuestra una y otra vez. No solo se transforma físicamente, es que al final, en los títulos de créditos podemos ver durante unos segundos al hombre al que se supone que está interpretando y es que es él. Domina todos y cada uno de los planos en los que aparece y anula a casi todos los que están a su alrededor. Siempre que aparece en escena, él es el protagonista y el otro pobre no puede hacer nada por evitarlo. Se merece el Oscar que le han dado. La única persona que está a su altura es Melissa Leo, ganadora del Oscar a mejor actriz secundaria. A esta mujer no la recuerdo de ninguno de los papeles que ha interpretado antes que este y aunque no haga ningún otro memorable, hasta ella debe saber que lo bordó, que rozó la perfección una vez en su vida. Ella y Christian Bale hacen de esta una gran película, llena de emociones, de amor, odio, pasión, frustración, superación, lucha y un montón de sentimientos más. Ellos dos roban las escenas y las mejoran, una y otra vez y llega un momento en el que esperas el siguiente punto en el que alguno de ellos aparecen ya que los demás no importan mucho. La historia es entretenida y está muy bien contada, hay boxeo aunque tratado de una forma muy digna y para nada con la mentalidad de algunos directores que parecen creer que a los espectadores nos gusta ver la sangre chorreando sobre nosotros y cuando la película acaba, sales del cine sabiendo que has visto una muy buena historia.

Como tiene boxeo es probable que puedas llevar a los colegas del clan de los Orcos y no te lo reprocharán pero dudo mucho que ninguno de ellos llegue a saber que la película no va de boxeo, va de muchas otras cosas. En cualquier caso, vete a verla.

09/10


3 respuestas a “The Fighter”

  1. Me parece que por mi va a tener que esperar. No soporto lo del boxeo, me pone mala. Creo que es un trauma infantil de lo mucho que lloré de peque con «El campeón»…

  2. A mí me pasa lo mismo no aguanto las pelis de boxeo, ni de gansters, ni de guerra. Problema mío, lo sé, porque me he perdido películas extraordinarias de la historia del cine, según dicen, como el Padrino o Toro Salvaje, pero es que no puedo.