Aunque procuro no perderme ni un solo estreno de películas de terror, si las circunstancias no son favorables puede pasar que alguna se me escape. Por suerte en esta ocasión la conseguí rescatar ya que en España se estrenó mucho más tarde. La película en cuestión es The Haunting in Connecticut que en los Países Bajos llegó a la cartelera justo cuando yo me iba de vacaciones a Malasia y desapareció antes de mi regreso. En España se ha estrenado este verano con el título de Exorcismo en Connecticut.

Una familia de julays se meten a vivir en un piso patera de fantasmas y lo pasan de miedo

Supuestamente la película está basada en un hecho real aunque a poco que busquéis información en internet descubriréis que esa realidad está muy distorsionada. Se trata de una familia que se mete a vivir en una casa de alquiler muy barato ya que uno de los hijos está en tratamiento contra el cáncer y ese lugar les queda cerca del hospital. Pronto empiezan a ver cosas raras en la vivienda, movidas con espíritus que no parecen ser muy amables y que buscan algo más. La cosa se irá caldeando y para cuando llegamos al final, aquello tiene más vida que la piscina de la casa de Poltergeist.

La historia en sí es simple y no se complican demasiado, lo cual se agradece. Cada miembro de la familia parece arrastrar su cruz y una vez entran en aquel portal hacia el más allá las cosas se irán de madre. El hijo se empeña en vivir en el semisótano y en ese lugar al parecer trataban los cadáveres ya que en el pasado la casa fue una funeraria o algo parecido y poco a poco descubren que allí se hacían rituales satánicos y sesiones de espiritismo que no siempre acababan bien. Ahora, con carne fresca dentro del lugar, los espíritus vuelven exaltados para divertirse con esta pobre panda de perdedores. Hay multitud de sustos y escenas de esas que te ponen mal cuerpo y te desatan todos esos tics que tenemos y según va transcurriendo te vas angustiando más y más. La casa es sencillamente macabra y no hay cuarto que no de mal rollo. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien en una película de terror ya que reconozco que hubo partes en las que pasé miedo de verdad.

Los actores hacen un trabajo fantástico y resultan muy creíbles, sobre todo el puto chiquillo con cáncer que me ponía de los nervios. Por lo demás, esta es una de las sorpresas terroríficas de este año y una que definitivamente hay que ver. Procura no ir solo ni con mojigatos porque lo pasarás fatal en el cine.