Como yo no llevo gafas de pasta ni soy de los de la ceja y hasta mis enemigos me acusan de inculto, hay un montón de cine viejísimo que ni he visto ni veré jamás, ya que a mí lo de encajarme delante de la tele no me mola y únicamente veo cine en la pantalla de un cine de verdad, con sus cotufas, sus olores, ruidos y demás. Por eso me acabo de enterar que la película The Mechanic que vi hace cosa de un mes está basada en una de los setenta y como esa no la vi, no las compararé y me la trae al fresco si la primera fue mejor. He dicho. La película se estrenó en España a finales de febrero así que dudo que esté en cartelera.

Un julay sandunguero que trabaja finiquitando chusma y gentuza para el gobierno se mete en un pitote que no veas por culpa de un picha floja que tuvo un hijo algo cafre y cabrón

Los mecánicos son unos asesinos a sueldo del gobierno de Estados Unidos que una vez reciben el encargo, se aplican en ejecutarlo de la manera más discreta y modesta posible. El mejor de estos hombres ha de matar a su mentor y después tendrá que hacerse cargo del hijo crápula del mismo mientras se entera que quizás mató a quien no debía y que hay muchos trapos sucios en la organización que están pidiendo a gritos que los metan en la lavadora con un programa largo. El hombre se termina mosqueando y a partir de ahí no deja títere con cabeza.

Esta es una película de acción, con muchas escenas de tiros y con gente muriendo sin que se sepa muy bien la razón. Si sabes a lo que vas y te gusta el género, te lo pasas bomba. Llega una masacre tras otra, un asesinato tras otro y no hay mucho tiempo para momentos sentimentales ni frases de esas que sientan cátedra. Jason Statham va por la historia con esa incapacidad para mover los músculos de la cara producto de la energía que requiere mover el resto de músculos del cuerpo y particularmente el cuello que tiene, que parece un toro cabezudo. Por suerte cuando no habla el tío es fantástico y salta, corre, pega y dispara como el mejor. A su lado pusieron a Ben Foster haciendo de Padawan y el chaval es un puntazo del copón, un contrapunto perfecto para la sobredosis de hormonas masculinas de Statham. Juntos intentarán desarrollar una amistad basada en el asesinato sistemático y juntos pero no revueltos acabarán en una traca final épica y al nivel de las buenas películas de acción. El guión no es gran cosa pero entretiene un montón, los actores hacen su trabajo, hay alguna pelleja mostrando chicha de cuando en cuando y te lo pasas bien que es lo que cuenta.

Una buena película de acción para ver con el núcleo duro del clan de los Orcos. La parienta probablemente no te lo perdone si la obligas a verla pero bueno, le compras un cubo de cotufas y asegúrate que tenga siempre la boca llena para que no se queje.