The Spirit – The Spirit: Mi ciudad grita


Voy con unos amigos a un nuevo multicine en Gran Canaria, abierto hace una semana y queremos ver una película pero al llegar allí aquello es un caos y aunque en su programación la tienen anunciada, no está en cartelera. Nos desviamos del plan original y entre lo que se nos ofrece, escogemos la película The Spirit o The Spirit: Mi ciudad grita, una especie de cómic visual. Si no quieres seguir leyendo, el resumen ejecutivo es el siguiente: Una puta mierda del copón

Un julay soplapollas mariconea por los tejados de la ciudad y se pelea con un negro sucio y feo que le quiere hacer pupita

Si supiera de qué iba la película lo contaría pero como no me enteré de nada, digamos que un pollaboba que al parecer no puede morir y que cada vez que abre la boca suelta una gilipollez tan estúpida que te ruborizas salta por los tejados en plan Mary Poppins y cuando se encuentra con un negro tan subnormal como él y que tampoco puede morir, se dan de hostias hasta que se aburren y entre medias matan policías y a unos gordos asquerosos que parecen sacados de la capital de Mordor, o sea, de Vecindario. Alrededor de ellos tenemos a cuatro putitas que quieren que alguien se las folle pero entre tanta hostia y frase estúpida, acabarán por ir a la tienda de Gregorito a comprarse unos buenos pepinos y berenjenas para poder al menos suplir sus graves carencias.

En el año 2005 ya dije que Sin City me parecía un clásico. Me he comprado hasta el DVD. Visualmente es increíble y la historia es absorbente. Fue una experiencia genial. Un par de años más tarde llegó 300 y también aluciné en colores. En ambas estaba la mano de Frank Miller, que co-dirigía o participaba en el guión. El hombre ha decidido que ya es hora de tener el control absoluto y nos sale con ESTO.

La historia es una puta mierda, una bazofia aburrida y estúpida que quizás consiga impresionar a algún friki de ceja única de esos que leen cómics pero que al común de los mortales no satisface. Desde la primera hasta la última frase de todos y cada uno de los diálogos, las polladas se suceden sin descanso, la definición de personajes es patética, la continuidad brilla por su ausencia y ni siquiera el aspecto visual merece ser destacado porque frente a la originalidad y buen hacer de las otras dos películas, en esta es simplemente patético. Entre tal acumulación de despropósitos Samuel L. Jackson logra la peor interpretación de su carrera, apesta hasta el infinito y más allá. Junto a él tenemos a un infeliz Gabriel Macht que posiblemente haya enterrado su carrera con este protagonista apático y estúpido hasta niveles que alienan al espectador. Lo más terrible de la cosa es que llenaron la peli de chochas y ninguna de ellas se salva. Tener en la misma película a Scarlett Johansson y Eva Mendes y no lograr un solo momento erótico con ellas a pesar de arrastrarlas por todas las escenas como putorras baratas es como para poner a Frank Miller frente al tribunal de la Haya y que lo juzguen por crímenes de guerra.

Resumiendo: Una mierda de guión, una mierda de fotografía, una mierda de dirección, una mierda de actuaciones y una mierda en general. Si tienes algún colega que te ha hecho una putada y quieres que te la pague, dile que vaya a ver esta mierda y seguro que no te lo perdona en la vida.

1-10 Joder que mierda


4 respuestas a “The Spirit – The Spirit: Mi ciudad grita”

  1. Increíble, ¿verdad? Si sólo queríamos MÁS DE LO MISMO tras Sin City y 300! Esto es para que veamos que «Zapatero, a tus zapatos», puedes ser un dibujante de la leche y el rey del cómic-storyboard, pero la dirección son palabras mayores…
    Saludos!

  2. Hoy he leído que en USA la película se estampó en taquilla. No me extraña, los comentarios en Rottentomatoes son como para partirse el culo de risa.

  3. También la he visto.Hacía tiempo que no me dejaba tan perpleja una peli.Lo gracioso fue que una vez instalados, ibamos seis personas, y con el cine medio vacío, llegó una pareja y nos obligó a desplazarnos por habernos colado en un número y al hombre le gustaba mi sitio… no problem, a los quince minutos ¡se puso a roncar como un loco! igual que tres de los seis.