Todavía recuerdo aquellos lunes por la noche cuando iba a casa de mi amigo Sergio para ver Expediente X y vivíamos una experiencia mística. Fue una serie que marcó un punto y aparte en la historia de la televisión y se mantuvo como referente durante un montón de temporadas. Tras unos años de descanso ha llegado a nuestras pantallas The X Files: I Want to Believe la cual en España se ha llamado X-Files: Creer es la clave.

La misma pareja de julays de siempre la caga hasta el fondo

Yo soy de los que grito cuanto haga falta que QUIERO CREER, no me importa reconocerlo, espero que se nos llene el planeta de extraterrestres que compren pisos de protección oficial, que vayan a las playas de Gran Canaria y se peleen por medio metro de arena con los ingleses y los alemanes. Y con esa ilusión fui a ver la película. Lo que me encontré fue una aburrida y sosa trama sobre rusos y unas movidas extrañas de transplante de órganos aliñadas por un cura pederasta y místico que sobraba totalmente y carecía de carisma. Nuestra adorada pareja se besa, se meten en la cama juntos, se tutean y su química sigue intacta pero no puede hacer nada para salvar una película que carece de un buen guión que la arrope. Vemos pasar los minutos y no sucede nada que enderece el rumbo, la cosa va de mal en peor, la estúpida trama se complica más y más sin que resulte interesante. Quizás hayan perdido el toque, quizás sea hora de pasar página y dejar de intentar hacer caja porque si esto es lo mejor que pueden hacer, a mí me van a perder como seguidor.

Por la devoción a la serie y por los buenos ratos que pasé viéndola, le añado dos puntos de karma que de otra forma no se merecería.