There Will Be Blood – Pozos de ambición


Hay veces que tengo que mirar las cosas tres veces para creérmelas. Es lo que me pasó cuando me he sentado a escribir esto y traté de encontrar el título en español de la película There Will Be Blood. Imagino que si existe justicia en el mundo, el joputa que le puso Pozos de ambición será atropellado por un tren de carga y arrastrará lo que quede de sus restos durante cientos de kilómetros antes que se den cuenta que llevan mierda pegada al tren. Por suerte no tendré que padecer el doblaje y para aquellos que la vean en español, sabed que os perdéis todo un despliegue vocal de los actores, con unos acentos deliciosos que por supuesto desaparecerán en la magia del cambio del idioma.

Un julay siembra cizaña y cosecha religión

Para completar el círculo de los Oscars me faltaba esta película, la cual no se ha estrenado hasta después de la gala. Cuenta la historia de un padre y un hijo y de como pasan de no tener nada a poseer todo un imperio petrolífero y de las decisiones que marcarán su camino. La religión, el poder, el odio, la incomprensión, la crueldad, el amor, la muerte, el engaño, todo gira en torno al petróleo y al dinero que trae consigo. Frente a ellos hay un iluminado, que luchará y se aliará con ellos según le cuadre a sus intereses. Esta es una historia de sagas familiares y de lo que hay que hacer para llegar al poder, un relato como los que se hacían hace medio siglo, una obra lineal, que carece de efectos especiales, de jóvenes cargadas de silicona y botox y que se sostiene por el trabajo de actores y actrices, por un guión muy potente con unos diálogos espectaculares y un acento meloso y pegajoso de Daniel Day-Lewis que me fascinó durante toda la película. Hay momentos en los que uno no llega a saber en qué bando juega este hombre, que se mueve según sople el viento y que no duda en sacrificar lo que sea para conseguir ser el mejor, el más rico, el más fuerte.

Durante la película tenemos varias escenas épicas, momentos de esos que se te graban en la retina y recuerdas para siempre y en otros esa poderosa fuerza se diluye y al tratar de cubrir demasiado pierden fuelle. La culpa quizás la tienen las más de dos horas y media que dura la película, para mí se podría haber cortado media horita y la película sería perfecta, pero aún así, ha quedado muy bien.

No se te ocurra ir con los amigotes esos que carecen de cerebro o la chorba a la que se la endiñas y que no sabe ni escribir un SMS. Si te gusta el buen cine, te lo pasarás pipa.