Transportista y vendedor con bicicleta en Rangún


Hoy regresamos al pasado, a mi viaje por Myanmar o el país que nosotros conocemos como Birmania. Fue antes de la apertura, cuando en toda la nación no había un solo cajero automático. Por lo que me ha contado gente que ha ido recientemente, los cajeros ahora se reproducen como hongos y la gente no tenía teléfonos móviles. Lo que sí que sigue igual es el odio de los monjes budistas a los musulmanes, organizando alzamientos populares para matarlos, cosa que siguen haciendo hoy en día. Y después algunos te comen el tarro con el budismo y su mierda pacífica. Bueno, volviendo al tema de las bicicletas, hoy tenemos a una que se me escapó y quedó pendiente. Un tuk-tuk tuneado para llevar un montón de carga. Fijaros en la caja delantera llena de garrafas y con más garrafas colgando de la parte inferior. El hombre aprovecha el espacio al máximo y su bicicleta tiene mucha más capacidad de carga que la mitad de micro-coches que tienen mis conocidos. Por detrás de la bicicleta se puede ver a otra que está adelantando y que llevan un objeto enorme. El conductor de la bicicleta se quedó encandilado con el pibote que estaba pasando con su cestita para ir de compras. El colega debía estar pensando: ¡ÑÓS! ¡Tremenda chocha cristiano budista!


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